Page 68 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo
América Latina; en fin, con palabras y hechos, se hizo un
perfil de líder internacional de los países del hemisferio
sur. Trotamundos y dirigente de la Internacional Socia-
lista, sus amistades en naciones pobres o ricas estaban en
todo el planeta. Elegido presidente por segunda vez, quiso
entonces que todas esas amistades lo acompañaran en su
toma de posesión, una ceremonia fastuosa que la prensa
bautizó con el nombre de «la coronación».
Allí estaban los jefes de Estado de América Latina, in-
cluido Fidel Castro; el presidente del gobierno español, Felipe
González; el vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle;
los premios Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, y
de la Paz, Oscar Arias; el expresidente de EE. UU., Jimmy
Carter; el ex primer ministro alemán, Willy Brandt; «(…)
miles de periodistas, africanos, alemanes, norteamericanos,
caribeños. Dignatarios de túnicas multicolores. Soviéticos
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que se sofocan. Norteamericanos y europeos ». No fue una
hipérbole el calificativo de coronación que la prensa dio
al acontecimiento. La megalomanía que sus adversarios le
atribuían a Pérez, parecía no haber sufrido mella en los
diez años alejado del poder. Adentro, en el teatro, lo acom-
pañaban dignatarios de todo el mundo. Afuera, su pueblo,
el que lo reeligió con más de 50 % de los votos, como en el
Titanic, nadie sospechaba la tormenta que sobrevendría
veinticinco días después.
Tanto Pérez como el pueblo que de nuevo lo llevó al
poder estaban errados en su mutua apreciación. Ni el líder
ni los electores tomaron en cuenta que, en diez años, uno
y otros habían cambiado. Ante la crisis que derrumbó la
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Roberto Giusti, «El día en que bajaron los cerros», VV. AA.,
El día en que bajaron los cerros, Ateneo de Caracas, Caracas, 1989,
p. 17.
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