Page 60 - Fricción y realidad en el Caracazo
P. 60

ficción y realidad en el caracazo


            El endeudamiento externo e interno continuará su curva
            ascendente con los gobiernos de Herrera y Lusinchi. Así
            se construyó la herencia que recibió Pérez en 1989. ¿Cuáles
            eran los signos y características de esa herencia?
                En lo económico, el agobiante peso de la deuda pú-
            blica externa comprometía 50 % de los ingresos del país.
            El «mejor financiamiento del mundo», como llamó Lu-
            sinchi a la renegociación de la deuda alcanzada por su Go-
            bierno, resultó un «engaño», según sus propias palabras.
            Venezuela  no  recibió  «dinero  fresco»  de  la  banca  inter-
            nacional con el fin de equilibrar sus cuentas, enfrentar el
            déficit fiscal y detener la caída de las reservas internacio-
            nales, las cuales descendieron en 1988, con respecto al año
            anterior, en 3000 millones de dólares.
                Los precios del petróleo, el «ábrete sésamo» de la eco-
            nomía venezolana, declinaron notablemente a pesar de la
            guerra entre Irán e Irak y la constante amenaza de cerrar
            el estrecho de Ormuz, en el golfo Pérsico. La caída de los
            precios petroleros, ya lo hemos dicho, arrastra consigo a
            todo el aparato productivo del país: construcción, servi-
            cios, industria, turismo, agricultura. Los planes de gastos
            e inversión del Gobierno también se van abajo porque el
            presupuesto nacional es calculado sobre la base de ingresos
            petroleros. Y las estimaciones de esos ingresos siempre re-
            sultan demasiado optimistas, cuando no ilusas. De modo
            que, a mitad de cada año, el Gobierno se da cuenta de que
            el presupuesto es deficitario. Entonces recurre a lo que se
            convirtió en un círculo vicioso: el endeudamiento.
                Nadie mejor que Carlos Andrés Pérez para describir
            la situación económica que encontró al asumir la Presi-
            dencia en 1989. En su mensaje al Congreso Nacional, en
            marzo de 1990, fue tajante y directo:

                                       60
   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64   65