Page 59 - Fricción y realidad en el Caracazo
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CAPÍTULO III
ANTESALA DEL ESTALLIDO
La herencia, en términos de la situación económica y so-
cial del país, que recibió Carlos Andrés Pérez (electo presi-
dente por segunda vez en diciembre de 1988), es su propia
herencia, es decir, fruto de su primer gobierno (1973-1978),
con el agregado de las ejecutorias desde el poder de los ex-
presidentes Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi. Los
nuevos mandatarios venezolanos tienen por costumbre
echar la culpa de sus fallas o fracasos al gobierno anterior.
Es un ritornello que se mantuvo durante cuarenta años. Sin
embargo, el «gobierno anterior» ha sido el de sus partidos
(Acción Democrática y Copei). El país que recibió Pérez
en 1989 se empezó a perfilar —en cuanto a la profundiza-
ción de la crisis— durante su primer gobierno, cuando se
dio la paradoja de que a la par de un inusitado aumento del
precio del petróleo, la deuda externa de la nación se elevó en
proporción también inusitada. En efecto, el barril de crudo
pasó de dos dólares a doce, impulsado por la guerra de Yom
Kippur entre Israel y los países árabes (1973). La bonanza no
impidió que la deuda externa se elevara de 1200 millones de
dólares, en 1973, a 16 100 millones en 1978, según cifras
1
de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) .
1
J. Toro Hardy, ob. cit., p. 94.
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