Page 395 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
el testimonio y la literatura pero que tiene una base tes-
timonial muy concreta; una época en que se replanteó
en América Latina y en Venezuela específicamente, un
compromiso del escritor con la sociedad, y por supuesto,
reflejada en el texto. En este caso localizado allí, en el Ca-
racazo, fue una respuesta inmediata a una explosión: luego
el proceso es distinto, es como que cada quien sigue en su
línea de trabajo, muy sensible por supuesto y con la piel per-
meable al proceso social, pero no involucrado directamente,
sigue siendo crítico pero continuando con lo principal, que
es la realización de un texto artístico.
—Claro, no se trata de una literatura militante
como ocurrió en los años sesenta.
—Exactamente.
—Tú venías trabajando en esa línea de los Cerrí-
colas, pero de repente tus cerrícolas estaban abajo, en los
saqueos del Caracazo.
—Sí, ya estaban incorporados.
—Yo supongo que para ti, que venías trabajando en
esa línea, el Caracazo tuvo un significado muy especial,
como persona y como escritor.
—Sí, es un poco como estar entre ficción y realidad; en
estos casos se llega a un punto límite, de cambiar las cosas
con mano propia. Yo venía trabajando en ese libro, ya se
había publicado la primera parte, tenía otros textos que
venían a engrosar la segunda parte, en el año 91. Ese pro-
ceso entre los que construyen ficción está muy emparen-
tado, muy relacionado con un proceso real, social, aunque
no haya una propuesta política o sociologizante en el libro;
son cuentos de ficción, mi motivo especial fue ese. No hay
un interés de ver la realidad desde la ficción. Ocurre lo
del Caracazo y ya yo estaba escribiendo, narrando, y todo
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