Page 398 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo


                —Sobre  todo  para  la  fuerza  pública,  porque  los
            cerrícolas se encuentran entre sí.
                —Cómo no. Hay una serie de cosas físicas que hacen
            y facilitan el ocultamiento. Una serie de elementos humanos
            de solidaridad, la población hace que la gente sea invisible.
                —Correcto. Tú hablas de la celebración que se dio
            el 27 de febrero y estamos allí, reunidos en un velorio.
            Pero ese ritual no es solo ese día, se da siempre en el ba-
            rrio, cuando matan a un malandro, o a un pana, vamos
            a decirlo así; inclusive, es una forma de rendirle hasta
            honores a los muertos, depende de la jerarquía que
            tengan en el barrio.
                —Sí, cómo no, la caravana de motorizados, el chorro
            de ron en la tumba en el último momento, los disparos al
            aire, la canción de la vida eterna, todos esos temas hacen
            un reconocimiento más allá de toda ética o de una ética de
            lo alterno y de una cultura al margen, como es el caso de la
            delincuencia. En los barrios se puede detectar también al
            delincuente, pero si el delincuente es vecino se protege y,
            más allá de sus actividades, la identificación con su sector
            tiene un valor, y eso se aprecia en esos momentos finales.
                —En  Cerrícolas observamos dos cosas que están
            presentes en este texto. Es un texto que se le adelantó
            o estaba esperando a Cerrícolas en algún lado pero en esa
            misma onda. Por un lado ese personaje del cerro, la vida
            allí, las costumbres, los ritos, su imaginario y por el
            otro, un registro de su habla, como si tú, en el habla del
            cerro, nos estuvieras recordando, sin necesidad de las
            anécdotas, lo que puede ocurrir allí. ¿Cómo has hecho
            para aproximarte a esa jerga, si la podemos llamar así,
            a ese léxico?
                —Bueno, por la vecindad, allí en el barrio.

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