Page 381 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
estos escritores se volcaron a escribir sobre un hecho
tan inmediato, tan actual?
—Para ficcionalizar los hechos. Todos terminaron
narrando o haciendo poesía o algo, pero necesitaron del
implemento o del elemento literario para poder dar rienda
suelta, vamos a decir, al asombro que su sensibilidad en
ese momento estaba manifestando.
—Y en el caso del periodista, ¿no sería porque
el lenguaje periodístico no resultaba suficiente para
su necesidad de expresión en ese momento y ante ese
acontecimiento?
—Sí, sí. Yo creo que sí. Estoy totalmente de acuerdo
con eso, y en cambio, fíjate, los escritores sintieron la ne-
cesidad en ese momento de abordar dos elementos del
periodismo, que son la actualidad y la inmediatez, porque
el problema fue tan inmediato, tan cercano a todos, que
nos golpeó la piel.
—¿Tendría algo que ver esa reacción y actitud con
lo que en los años sesenta se llamó «literatura compro-
metida»?
—Quizás, quizás. Ahí sí es verdad que habría que es-
tudiarlo, ¿no? Pero fíjate que siempre es el testimonio, la
presencia del testimonio, del testigo al que en la piel le están
reverberando los hechos. No es el testigo que llegó al rato,
después que pasaron las cosas, sino aquel sobre cuya piel
se están manifestando los sucesos que están aconteciendo
en ese momento.
—Haciendo de abogado del diablo de la academia
periodística, ¿cuál es el papel que debía cumplir el perio-
dista frente al Caracazo: informarle a la sociedad lo que
estaba ocurriendo o expresar sus angustias, sus vivencias,
sus temores?, ¿cuál era su papel?
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