Page 215 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
la pantalla chica, virtual e inaccesible, ahora estaba allí, al
alcance de sus manos.
Infante recurre al monólogo interior y al desplaza-
miento del narrador de la tercera a la segunda persona. El
procedimiento es el mismo aludido por Tom Wolfe en su
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texto sobre el nuevo periodismo y ya conocido en la lite-
ratura desde Joyce hasta los narradores del boom de la li-
teratura latinoamericana. Este recurso le insufla agilidad
y movimiento a la narración, lleva al lector de una pers-
pectiva a otra y fragmenta el relato como se fragmentaba
la realidad aquel día violento, reducido a las siglas 27-F.
Infante emplea un lenguaje sencillo, directo, sin mayores
figuras retóricas, que es una de las características y de las
exigencias que el argentino Raúl Brasea distingue y destaca
en el relato breve, por el llamado microcuento.
El microcuento es un texto narrativo de extrema bre-
vedad que suele presentarse como condensación táctica,
sucesión de unos pocos hechos explícitos expresados de
modo que indican, presuponen o sugieren otros hechos
intermedios que necesariamente también han ocurrido,
pero cuyo desarrollo se deja librado a la imaginación del
lector (aunque el texto induzca con frecuencia en deter-
minado sentido). Estos cuentos brevísimos contienen,
por eso, más blanco que letra, la menor cantidad posible
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de letra y, en consecuencia, resultan irreductibles .
Allí, donde hay «más blanco que letra», las figuras
retóricas no abundan, no distraen y, cuando las hay, es
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Véase Tom Wolfe, ob. cit.
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Raúl Brasca, 2 veces bueno 2, Instituto Movilizador de Fondos
Cooperativos, Buenos Aires, 1997, pp. 7 y 8.
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