Page 80 - Escritos de ayer y hoy
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Sobre el principio del centralismo democrático
1. Esto implica crear un ambiente de confianza en los
círculos políticos de base de la organización sobre la base
de una amplia libertad y democracia, para que se expre-
sen libremente todas las opiniones posibles a través de
la conversación, la discusión franca y sin prejuicios, sin
rollos; que se expongan con claridad las ideas y concep-
tos justos y erróneos. Lograr este nivel de confianza no
es fácil en el movimiento revolucionario venezolano, por
cuanto pesan demasiados obstáculos y traumas históri-
cos que tienen que ver con las derrotas y luchas internas,
limitaciones culturales e ideológicas, la conformación de
clase que se da en su seno, etc.; pero desde luego, no es
absolutamente imposible si partimos de un deseo o de
una voluntad política unitaria o de la necesidad de llegar
a un acuerdo político que beneficie a todos de alguna o
muchas maneras, que facilite el avance y la acumulación
de fuerzas para enfrentar al enemigo común. Es decir, es
importante partir del deseo de unidad, “de crítica y uni-
dad”, precisando las coincidencias para poner el acento
allí y procesar las divergencias para ir resolviéndolas a
través de un debate pedagógico y esclarecedor, en donde
vayan surgiendo las conclusiones e ideas justas y recha-
zando las ideas erróneas. Son las ideas justas las que hay
que centralizar, las que deben dominar en lo fundamental
para un avance sostenido.
2. Es importante distinguir lo que entendemos por centra-
lización política, en esto hay mucha confusión u opinio-
nes divergentes.
La centralización política y la centralización admi-
nistrativa son dos conceptos que es necesario definir.
Desde el punto de vista para el desarrollo de una política
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