Page 82 - Escritos de ayer y hoy
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La participación democrática y la centralización política no
tienen por qué ser contradictorias e igual el problema de la re-
lación entre mayoría y minoría en el seno del partido y su co-
rrespondencia con la unidad de acción. Cuando hay discusión
libre y democrática y oportunidad de expresión libre, estos
asuntos se resuelven por la vía de la razón y la verdad con base
en el consenso o, en el peor de los casos, por la votación donde
se aprueba y se ejecuta la decisión de la mayoría; y la mino-
ría respetando las reglas del juego democrático y cumpliendo
fielmente los acuerdos y resoluciones, sin traumas, para lo cual
dicha minoría debe tener la posibilidad real de exponer con
suficiente tiempo sus opiniones y que estas sean oídas. Un ver-
dadero clima democrático resuelve siempre las contradicciones
en el seno del pueblo en un sentido positivo.
Sobre el principio de la dirección colectiva
El partido político o movimiento revolucionario, de acuerdo
a la concepción leninista, es como la síntesis del proceso social
clasista y sus diversos niveles de organización; lo integran los
mejores hombres del pueblo con base en su capacidad teórica y
política, convicción, fidelidad a los principios, constancia, con-
secuencia, etc., quienes se organizan en dirección colectiva y
en donde expresan libremente sus diversas opiniones para re-
solver los problemas y las tareas del momento.
La dirección colectiva es superior a la dirección individual o
unipersonal por cuanto permite la educación y desarrollo de los
cuadros, de los militantes y de los demás niveles de organización
popular. Los acuerdos de resoluciones se toman colectivamente
(por unanimidad o por mayoría), pero siempre vinculados a la
responsabilidad de equipo o, en lo individual, en la ejecución
de las iniciativas y tareas. Ahora bien, la formación de una di-
rección política, independientemente de su concepción o de su
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