Page 85 - Escritos de ayer y hoy
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políticos de la dominación burguesa, y la alineación en su lu-
          cha permanente por la justicia, la libertad y su emancipación.
            Ser autocrítico es una de las batallas más difíciles y com-
          plejas del quehacer revolucionario. El Che Guevara hablaba
          del revolucionario como la escala superior del hombre. Solo
          la crítica y la autocrítica nos pueden conducir por el camino
          correcto de ser revolucionario.


          Sobre el principio de la disciplina consciente

            La disciplina revolucionara se fundamenta en un ideal co-
          lectivo de justicia y libertad, y en una convicción política
          profunda.
            A la disciplina consciente se llega a través de un proceso de
          educación, de formación; de comprensión teórica y política de
          la situación; de una orientación pedagógica; de una persuasión
          y de una relación estrecha con el pueblo y sus organizaciones.
            Mantener la disciplina revolucionaria en forma organizada
          es desarrollar permanentemente los principios de dirección
          política y de trabajo revolucionario.
            Finalmente, es importante sistematizar todas las críticas que
          le han hecho al centralismo democrático y particularmente
          a la práctica de los partidos socialistas y comunistas, tanto el
          período de los clásicos marxistas del siglo pasado como en la
          época actual. Las corrientes reformistas y eurocomunistas han
          escrito diversos materiales sobre el particular.
            Por lo demás, esto no es más que un esquema o unas no-
          tas para la discusión que está planteada para realizarse en el
          conjunto de nuestra organización y fuera de ella con los otros
          sectores del movimiento.


                                                29 de septiembre de 1988



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