Page 106 - El Reportaje, el ensayo
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capítulo vii
                                                            pq De un género a otro
               perseguir cierta unidad: trata de hacer sensible, entregándose  a la
               composición del conjunto, la significación común de esos textos di-
               ferentes. El ensayo sustituye las unidades “naturales” de la novela de
               estilo clásico –unidad de relato, unidad de la obra filosófica, unidad
               de la demostración– por una unidad que no es en absoluto aparente:
               la del objetivo común que persiguen los textos dispares. Pone de gol-
               pe en entredicho la idea trivial de que el libro constituye, en cuanto
               tal, una totalidad simple resultante, precisamente, de la continui dad
               del relato o la demostración .
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               El ensayo periodístico reúne una serie de característi cas que per-
             mite  denominarlo  como  tal.  Los  temas  se  refieren  a  aspectos  que
             afectan e interesan al hombre actual. No es que se tenga que adaptar
             necesariamente a la exigencia de actualidad de una noticia, pero sí to-
             car problemas de interés para la sociedad contemporánea. El espacio
             periodístico impone la brevedad. La claridad es una exigencia, pues va
             dirigido a un público más heterogéneo que el del libro. Busca orientar,
             comunicar o plantear un punto de vista a través de un medio de am-
             plia difusión como el periódico. Humberto Cuenca apunta que “…el
             ensayo periodístico se diferencia del humanístico en que aquél alude
             más a la actualidad temática, mientras que el último es atemporal” .
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               Por las viejas polémicas a que hemos hecho referencia en páginas
             anteriores, muchos literatos se resistieron en principio a “descender” a
             las páginas del periódico. Pretendían mantener la presumida aristocra-
             cia del libro. Pero la realidad y el aislamiento a que se autosometieron
             los fueron sacando de sus casillas y de sus capillas. Hoy día, el escritor
             tiene planteado no sólo el reto del periódico sino de otros medios de
             comunicación que, probablemen te, lo espanten más: los medios ra-
             dioeléctricos. Sobre el particular llamaron la atención en el Congreso




             12   François Chatelet, “La literatura”, en Diccionarios del saber moderno., Bilbao, Ediciones
                 Mensajero, 1976, p. 177.
             13   Humberto Cuenca. Imagen literaria del periodismo. México-Caracas, Edito rial Cultural Vene-
                 zolana, 1961, p. 33.
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