Page 80 - El cantar del Catatumbo
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Esa delicada labor está en manos de la Revolución
Bolivariana, que les dio ciudadanía, representación par-
lamentaria y medios audiovisuales (radios, canales de te-
levisión) para que se expresaran en su lengua. Y no puede
sustentarse sino es con una persistencia sin claudicaciones.
La inclusión de estos pueblos en un horizonte que no
por justo y bienintencionado deja de ser impreciso, exige,
también, una continua revisión de las acciones que ase-
guren, tanto su positiva participación en las propuestas
revolucionarias como la preservación de su acervo ante
la mutaciones, no siempre positivas, de la política.
Para dar un ejemplo: en una de esas comunidades
asisto a una reunión en la que se nos pone en conoci-
miento que un Consejo Comunal recientemente fundado
se había disuelto.
Movido tanto por las ganas de contribuir en algo,
como por una innata imprudencia que me hacía olvidar
que era extranjero- y que reiteré muchas veces ante la
paciente hospitalidad de mis amigos venezolanos- intenté
esgrimir argumentos para que se la refundara. Los allí
presentes hicieron de escucharme con una educación a
prueba de balas y de intrusos. La decepción mandaba.
Una vez más, como en otros ámbitos ocurriría, algunos
aislados estamentos medios de la jerarquía política, por
las razones que fueran, cortaban la correa de transmisión
de las comunas con el resto de la organización social
esforzada por crearlas.
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