Page 78 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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78 | Agroecologías insurgentes en Venezuela
La entrada de estos discursos movilizadores permitió avanzar hacia la
organización, además de cuestionar el lugar que le otorga la modernidad;
con ello, la búsqueda de alternativas ante la imposición de un modelo de
revolución verde que desplazó comunidades y, con ellas, sus formas de vida
e inclusive afectaron su salud (Richer, 2005; Pierre y Betancourt, 2007). Así la
formación de cooperativas (Freitez, 2007) y, más adelante, la transición
a modelos ecológicos y agroecológicos de producción consolidan
estrategias que permiten la reproducción de la vida, tendiendo a procesos
autonómicos, sin desligarse completamente del mercado y sus lógicas
(Domené-Painenao et al., 2020a).
Sin embargo, estas ideas se irán transformando. En los últimos tiempos,
están particularmente moldeados por los discursos e imaginarios políticos
que impulsa el Gobierno Socialista-Bolivariano, donde lo multicultural
toma importancia, permeando en las lógicas de las organizaciones.
Con ello, aparecen nuevos sujetos; tal es el caso de organizaciones
campesinas afro del municipio Veroes (Ruette, 2014), o el maestro
pueblo que reivindica la cultura campesina desplazando las posturas
educativas impuestas y se consolida con la infiltración curricular
(Escalona y Escalona, 2011; Domené-Painenao et al., 2020a). Pero,
además, incorporando nuevas formas organizativas como los fundos
zamoranos y las comunas donde se promueve la participación del Poder
Popular con amplias bases legales (Azzellini, 2008; Mujica-Martínez, 2012)
que permiten la territorialización de estos espacios sociales en disputa
(Fernandes, 2008; Rosset y Martínez-Torres, 2016).
En cuanto a los procesos que fortalecen estos territorios materiales,
lo esencial fue el acceso a la tierra, en el que las compras por parte de
financiamientos a los cooperativistas o la ocupación ilegal fueron las
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alternativas (Freitez, 2007; Domené-Painenao et al., 2020a); por otro lado,
en tiempos del proceso socialista-bolivariano, la asignación de tierras
ociosas (llamados rescates de tierras) fue la estrategia para ampliar el
número de experiencias agroecológicas, como es el caso de la Chigüira o
Aracal (Mujica-Martínez, 2012; Misión Verdad, 2014).
Otro proceso importante fue la formación agroecológica; en especial,
el diálogo entre técnicos comprometidos que promueven técnicas
alternativas y los saberes locales que parten de la experiencia de las
14 Vemos la aparición de rebeliones como un renacimiento del movimiento campesino, con
la tomas de tierra en Yaracuy en 1987 (Azzellini, 2008).