Page 54 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
P. 54
54 | Agroecologías insurgentes en Venezuela
abastecerse de forma local y oportuna de semilla que garantizara en un
primer momento el conuco familiar. Partieron de la premisa de que “el
maíz criollo es el mejor maíz que nosotros tenemos aquí en Venezuela”,
y debe mejorarse para que siga respondiendo a las necesidades de cada
población. En un espacio experimental, y en compañía del Ministerio de
Ciencia y Tecnología, cruzaron semillas locales con otras traídas desde el
Orinoco, en un “mosaico” que logró, luego de varias siembras continuas,
una variedad de semilla mejorada, bautizada como “maíz Guanape”. Y
Characo recalca que esta semilla Guanape tiene la particularidad de que
ha sido producida bajo el sistema agroecológico; para el control de plagas
utilizaron Bacillus telenomus, así como para su fertilización emplearon humus
líquido de lombriz. “Todo ha sido por el sistema agroecológico, libre de
transgénicos: no contiene transgénicos, no contiene pesticidas”.
El proyecto de generar una variedad de semilla local, Guanape, se
constituyó en un reto para las productoras y los productores de esta
localidad, no solo porque ganaban soberanía, al no tener que invertir
dinero en comprar semillas y su respectivo paquete tecnológico asociado,
sino porque se reencontraban en prácticas agrícolas ancestrales que,
prácticamente, su generación no conocía: el control biológico de plagas.
El desarrollo de la nueva variedad implicaba la independencia de los
agroquímicos tóxicos, para empezar a sembrar ya no bajo el concepto
del monocultivo, sino respetando el ecosistema. Ahora siembran una
diversidad de rubros que interactúan de manera ecológica y en conjunto
repelen las plagas, sustituyendo la función de los venenos y bajo un
enfoque agroecológico. “Cuidamos la salud de quienes trabajan en
el campo, cuidamos el ambiente, no dañamos el ecosistema al tener
controles naturales, y obtenemos alimentos que también cuidan la salud
de los consumidores”. Habitualmente, en la zona, una producción
de 2500 kg/ha era considerada buena; con la variedad Guanape las
primeras pruebas de siembra han dado rendimientos de 7000 kg/ha.
“Esto es una semilla campesina, que se ajustó a las condiciones climáticas,
especialmente por el régimen de lluvias que en la zona no es muy alto. Por
ejemplo, desde agosto pasado no ha llovido nada (la entrevista ocurrió
un mes de febrero)” acota Characo, y complementa: “El híbrido depende
de la lluvia para la polinización, mientras que nuestra nueva variedad se
ajusta a la humedad y régimen real de lluvias de la zona. No responde, por
tanto, a la agroindustria, sino a las necesidades verdaderas del campesino”.
Este grupo de campesinos son una escuela abierta; invitan a talleres