Page 59 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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Elementos agroambientales del oriente venezolano | 59
pero en tierra firme rodeada de manglares, donde ellos tradicionalmente
trasladaban y disponían los desechos sólidos de la isla. Para la fecha, la
aldea ya contaba con 88 familias constituidas por 376 personas, de las
cuales solo 130 eran adultos.
Resultaba un gran reto trasladar la comunidad y continuar vinculados
al ecosistema del cual formaban parte, que es su fundamento cultural.
Era importante para Bernabé y el comité de mayores, que la nueva aldea
diera continuidad y refuerzo a las nuevas generaciones de pescadores,
con énfasis en los niños. En 2011, comenzó la construcción del proyecto
urbanístico aprobado en Juanpedro y, en 2013, fueron entregadas las 102
viviendas a todas las familias que constituían la comunidad pesquera de
isla de Guaraguao, en la cual, inmediatamente al deshabitarse, fueron
demolidas todas sus infraestructuras. La nueva comunidad pesquera
de Juanpedro fue concebida y construida alrededor de una pequeña
bahía con su dársena, e infraestructuras básicas para el almacenamiento
y procesamiento de productos pesqueros. De igual modo, cuenta con
escuela, dispensario médico y un restaurante como servicios de apoyo
a su población. Aunque no poseen planta de tratamiento, cuentan con
los servicios básicos de agua, electricidad y telefonía, así como el de
vigilancia policial.
Bernabé y Beatriz crecieron en una isla y ahora viven en tierra firme.
Al respecto, Bernabé, jocosamente, menciona: “Pensé que, de la isla
Guaraguao, donde viví 65 años, ya saldría para el cementerio”. Pero ellos
han de continuar ampliando su frontera productiva dentro del mismo
ecosistema marino que los acoge desde hace muchas décadas; ahora con
ayuda del Estado lograron mejorar las condiciones de vida digna de su
comunidad. Bernys y Brian, los hijos de Beatriz, ya son parte de la población
activa que pesca. Bernabé está orgulloso de sus nietos pescadores, y de
entenderlos dentro de la misma lógica vital que les determina el ambiente:
A partir de mayo, aquí se pesca sardina, jurel cabaña y calamares;
a partir de junio, aparece la cojinúa; y en julio, aparece el atún,
coro-coro y pargo. Desde noviembre hasta principios de enero,
se consigue mero, machuelo, pulpo y lamparosa… pero, entre
mediados de enero y principios de mayo, no se consigue nadita.