Page 71 - Marx Populi
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Miguel Mazzeo - Marx populi
                                 Mi guel M azzeo -  M ar x po puli

           posibilidades  de  apropiación  del  marxismo  por  parte  de  sujetos  plebeyos
           amplios y diversos. Sujetos que, muchas veces, están compuestos por la materia
           distintiva  de  la  intersección  de  múltiples  identidades.  Asimismo,  buscaron
           imponer unos modos estáticos y contemplativos de conocer el mundo exterior,
           justamente, a los sujetos subalternos y oprimidos (los portadores de la mirada
           ontológicamente  fundamental)  que  de  ninguna  manera  pueden  conocer  el
           mundo exterior desde esas condiciones.
              Estas invocaciones gestaron un tipo de militante, ora desdichado, ora feliz
           como un idiota, que se acostumbró al tedioso of cio de medir el grado en el
           que la realidad se ajusta o no a la teoría y a su bagaje de saberes. En nuestros
           días, los efectos de la idea de necesidad histórica y el tipo de militante que le
           corresponde no hacen más que poner palos en la rueda en el proceso de recom-
           posición de la dimensión específ camente política del marxismo. Lo condenan
           a la autoreferencialidad.
              La idea de necesidad histórica hace que el marxismo se termine asimilando
           a un sistema objetivo e inf exible y se desdibuje como una forma dinámica
           que se va modif cando en el transcurso del tiempo. Ese fue y es el hado del
           “marxismo tradicional”.
              Finalmente, una aclaración. En diversos pasajes de su obra, sobre todo en
           El Capital, Marx recurre al término “necesidad” en un “sentido fuerte”; esto
           es: fundado en la visión de la progresión teleológica, ya sea como un límite o
           como un factor de avance.
              Pero,  como  ha  planteado  Harvey,  también  pueden  detectarse  usos  del
           término en un “sentido débil”, más cercano a la “posibilidad” y la “proba-
           bilidad”. Nuevamente la praxis juega el papel mediador clave, dado que ella
           permitiría hacer que lo posible o lo probable se tornen (o no) realidades. Este
           sentido del término es clave, porque instala al interior del capitalismo una
           contradicción  sistémica.  Va  de  suyo  que  de  ningún  modo  esa  interioridad
           puede predecir la resolución de esa contradicción, pero sí deja planteada la
           presencia de una dinámica que habilita la “superación”.
              Bensaïd, en su Marx intempestivo, nos ayuda a detectar otro sentido de la
           necesidad histórica vinculado a lo que, apelando a Spinoza, denomina una
           “teleología inmanente” en la que no imperan ni el determinismo, ni la causa-
           lidad mecánica, ni la f nalidad, sino una “lógica de emancipación enraizada en
           los conf ictos”.










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