Page 69 - Marx Populi
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Mi guel M azzeo -  M ar x po puli
                                 Miguel Mazzeo - Marx populi

           la historia desde el punto de vista de los y las de abajo. La idea necesidad de
           histórica impone el primado de la institución y la ley reducida a generalización
           estadística, por sobre la vida humana y sobre la naturaleza.
              La idea de necesidad histórica tiene un inocultable contenido “objetivista”,
           por lo general sintetizado a partir de una interpretación lineal y simplif cada
           de la fórmula del Prólogo a la contribución a la crítica de la economía polí-
           tica de 1859, donde Marx, apelando a un determinismo único y a un criterio
           uniforme, erige a la tesis de la contradicción entre las fuerzas productivas y
           las relaciones de producción como principal motor de las transformaciones
           sociales y del cambio histórico en general, asignándole prioridad a las fuerzas
           productivas  concebidas  como  una  instancia  autónoma  y  con  un  trayecto
           pretrazado. La “teoría del ref ejo” (la idea que establecía que la conciencia es un
           “ref ejo” de la materia) y otros postulados característicos del DIAMAT también
           se pueden considerar derivaciones de este tipo de interpretaciones.
              En la idea de necesidad histórica subayace una teoría de la historia trans-
           civilizacional con una inocultable matriz normativa y evolucionista que parte
           de la conf anza en un proceso ininterrumpido y acumulativo, en dirección a
           una “verdad objetiva”. Uno de sus fundamentos propone la existencia de una
           “racionalidad a futuro”, cuya perspectiva está llamada a gobernar el presente
           para erradicar los aspectos irracionales de la realidad y colaborar así con el
           curso mismo de la historia. Esa racionalidad a futuro, en la tradición marxista,
           tendió a ser vinculada, al unísono, con los intereses de la clase trabajadora y con
           la naturaleza. La racionalidad a futuro se consideraba (y se considera todavía)
           como un tiempo por venir signado por el apogeo de la razón (y del marxismo).
           Se trata de una racionalidad cerrada sobre sí misma, que, al decir de Edgar
           Morin, puede conducir al delirio.
              En  efecto,  la  idea  de  necesidad  histórica  comparte  horizontes  con  las
           porciones  más  ominosas  de  la  modernidad  burguesa,  en  particular  con  la
           noción de progreso. El proyecto “civilizatorio” de Occidente necesitó y, como
           está a la vista, necesita cada vez más que las aspiraciones de racionalidad estén
           libres de toda norma ética. Por eso la racionalidad de Occidente, la raciona-
           lidad instrumental, el reino de la razón, que no es otra cosa que el reino ideali-
           zado de la burguesía, colisiona con la humanidad.
              Asimismo, la idea de necesidad histórica está en la base de los equívocos
           –frecuentes en el marxismo– entre base (infraestructura) y superestructura.
           Vale decir que esta “metáfora” ha resultado muy productiva cuando no fue
           subsumida en fórmulas abreviadas de dudoso rigor epistemológico. En polí-
           tica, concretamente, esta idea ha servido como soporte para las posiciones
           iluministas y elitistas que priorizan las políticas más centradas en los aparatos
           que  en  las  bases,  junto  con  el  vanguardismo  en  su  peor  acepción.  Luego
           convirtió a la unanimidad en la norma del partido revolucionario. También,


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