Page 36 - Marx Populi
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1- Marxismo para náufragos
Nunca fuimos “especialistas” en cuestiones de marxismo. Por otra parte, esa
condición siempre nos pareció un tanto sospechosa. Vinculada al marxismo,
nos resulta casi aberrante. Karl Marx, renuente a toda petulancia y exagera-
ción individualista y crítico implacable de la división del trabajo capitalista,
seguramente la hubiese rechazado de plano. El marxismo enseña a colocarse
por encima de cualquier especialización, prioriza los abordajes transdiscipli-
narios y está bien dispuesto a la integración crítica de los saberes fragmenta-
rios. Además, creemos que la especialización, con sus típicos encasillamientos,
acartonamientos y descuartizamientos, alimenta de modos diversos el confor-
mismo intelectual y, en ocasiones, engendra una especie deleznable de mani-
puladores de símbolos en espacios autoreferenciales. El “territorio objetivo” del
marxismo es inconmensurable, no puede limitarse a una parcela específ ca, a
un ápice del conocimiento. Y, aunque el objetivo de omnisciencia es ímprobo,
más que nada importan los caminos abarcativos que auspicia.
Estimamos que tampoco deberíamos ser etiquetados como glosadores o
exegetas, comentaristas o divulgadores. De ningún modo los consideramos
epítetos descalif cadores. Simplemente, no somos nada de eso. Corresponde
decir, sencillamente, que desde hace muchísimo tiempo buscamos claves en el
marxismo para comprender/transformar la realidad, el mundo, la vida. Eso es
todo. Ninguna subestimación de la teoría subyace en las páginas que siguen.
Todo lo contrario. Como le asignamos centralidad a la praxis, somos plena-
mente conscientes de la importancia que adquieren los procesos de abstracción
(de abstracción “determinada”) de cara al enriquecimiento y a la proyección
de las experiencias resistentes y/o emancipatorias de la sociedad civil popular.
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