Page 42 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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desigualdad social crece vertiginosamente (de los quince países más
            desiguales del mundo, diez se encuentran en América Latina).
            En Europa, donde la crisis económica desemplea a más de 30 millo-
            nes de personas, en su mayoría jóvenes, no hay una izquierda capaz
            de proponer alternativas. El Muro de Berlín cayó en la cabeza de los
            partidos y militantes de izquierda, casi todos cooptados por el neolibe-
            ralismo. Y ahora, los ataques terroristas refuerzan la xenofobia, la po-
            lítica de puertas cerradas a los refugiados, y a los partidos de derecha
            que defienden una “Europa para los europeos” y un Estado policial.
             En los  países  latinoamericanos,  la  dependencia histórica de  sus
            economías de los mercados extranjeros muestra signos de una crisis
            que tiende a empeorar. Las tasas de crecimiento del PBI caen, la
            inflación reaparece y se agravan la desindustrialización y el éxodo
            rural, con la consiguiente expansión del latifundio.
             No basta con tener discursos y políticas progresistas si no encuen-
            tran correspondencia y adecuación en los programas económicos. Y
            nuestras economías continúan bajo presión de los países metropo-
            litanos, de organismos enteramente controlados por los dueños del
            sistema (FMI, Banco Mundial, OCDE, etc.); un sistema de tarifas –es-
            pecialmente del precio de los alimentos– intrínsecamente injusto, y
            según el cual los lucros privados del mercado son más importantes
            que la vida de las personas.
             El Banco Mundial advirtió, a finales de 2015, que 241 millones de
            latinoamericanos  podrían  caer  en  la  pobreza. Es  lo  que  Zygmunt
            Bauman llama precarización, y yo, “pobretariado”. Esos 241 millones
            no son pobres pero tampoco pueden ser considerados clase media.
            Y constituyen el 38 por ciento de la población del continente. Hoy en
            día, el 37 por ciento de la población adulta de América Latina vive del
            trabajo informal. Y se espera que se alcance el 50 por ciento debido
            a la crisis económica que afecta a los países más poblados como
            Brasil, México, Argentina y Venezuela.
             Desde que españoles y portugueses llegaron a nuestras tierras, la eco-
            nomía continental depende de la exportación de productos primarios,
            hoy conocidos como commodities. Pero grandes importadores como
            China y Europa Occidental dan signos de deterioro. Hoy en día se consi-
            deran pobres en América Latina 167 millones de personas, y 71 millones
            viven en la miseria (sobreviven con, máximo, un dólar por día).

            Balance de los gobiernos progresistas
            Los gobiernos progresistas fueron elegidos por los movimientos
            sociales y los segmentos más pobres que constituyen la mayoría


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