Page 65 - Yo quiero ser como ellos
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MARIPOSAS AMARILLAS PARA
                         GABRIEL GARCIA MARQUEZ










                 En una de sus  crónicas de juventud, Gabriel García
            Márquez se refería con ironía a la obra de don Rómulo Gallegos,
            con motivo de la posibilidad cierta de que el escritor venezolano
            fuese distinguido con el Premio Nobel de Literatura. El joven
            Gabo hacía una lista de escritores que, en su opinión, obtuvieron
            el galardón sin que sus obras los hicieran merecedores del mismo.
            Bajo ese criterio, el autor de Doña Bárbara también lo merecía.
            Además, el precoz crítico destacaba entre sus méritos ser un vecino
            venezolano, casi hermano de los paisas. Leamos cómo aquel joven
            periodista tasajeaba al maestro, en  El  Heraldo de Barranquilla,
            aquel abril de 1950:

                 Sorprende menos –en ese ritmo- que ahora lo reciba (el
            premio Nobel) Rómulo Gallegos. Dentro de la línea establecida,
            quizás nadie lo merece tanto como él. Y lacircunstancia especial de
            que sea suramericano –de que sea vecino nuestro, casi pariente de
            los colombianos- esun motivo de que registramos con satisfacción la
            escogencia de su nombre para el presente año” (Textos costeños, 247)

                 Corría 1950, año ecuatorial del siglo XX. Empero, al final el
            galardón lo obtendría el escritor estadounidense William Faulkner,
            quien sin duda marcó la obra futura de García Márquez.

                 Aquella crónica irreverente o nota traviesa de juventud no
            terminaría allí. La magia de la realidad haría realismo mágico con
            aquel irónico texto periodístico del joven  escritor de Aracataca
            sobre Rómulo Gallegos. Muchos años después, el primer premio


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