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Visiones del ayer y hoy


          bella es esta ciudad! Qué hermosa   teatro de ópera en los tiempos de   puede conducirme a Detroit, y
          es esta ciudad, o... «¡Cómo me   Guzmán Blanco, porque en ese     selecciono el opus 3, número 11,
          gusta esta ciudad! Nadie está    momento nos pareció tan real     del telúrico  Vivaldi. Me aparto
          contento.  La  ciudad  es  incapaz   como la pomposa partitura de la   en un atajo y desemboco en el
          de contentar a sus habitantes,   ópera Ione, que lo inauguró vaya   guzmancismo de El Paraíso, en
          y no sólo por una insuficiencia   usted a saber por qué.          el  crespismo  devenido  en  taller
          de cañerías o un temor de ser       Eso  es  lo  que  somos.  La   mecánico, en el castrismo militar.
          asaltado, sino por algo que va más   aproximación a una certeza   Una musa romana me saluda,
          allá de la calamidad inmediata. No   universal,  la  impunidad  de  siempre y cuando sea capaz
          nos contenta nuestro fatuo gótico,   representar al mundo con altivo   de entender el yeso y no andar
          ni nuestro románico rematado     desparpajo.  A veces, asomo      con demasiados miramientos.
          en tejas, ni las pompas helénicas   la cabeza en el trayecto que   Estaciono frente al automercado
          de algún trasnochado, ni mucho   me  separa  de  mi trabajo  y  me   Cendrillon, regentado por unos
          menos la nostalgia colonial de los   hago  tan  habitual  como  un   madeirenses,  y saludo  a la
          caserones godos.                 florentino.  Animo  el  día  con   conserje dominicana en el trance
            Los    caraqueños   vivimos    un café italiano, honradamente   de regresar a su patria, por una
          en una vitrina de sucedáneos,    sudado en una Gaggia sobre el    gravedad  nonagenaria.  Entonces,
          absolutamente       irrepetible.  mostrador  de  una  panadería  de   me pregunto, dónde estoy si no en
          Somos la maqueta de una ciudad   portugueses, cuya especialidad   el centro mismo de una historia
          universal, incapaz hasta ahora   es el pan gallego. Suelo comprar   por la que Erasmo de Rotterdani
          de encontrar su financiamiento.   la prensa en el quiosco de      quebró alguna lanza.
          Todo lo que hemos levantado,     un   canario,  prematuramente       Últimamente me ha dado por
          nos pareció en algún momento     inválido, y saludo la santamaría   responderle  a  los  tres  arlequines
          cierto, pero sólo con la certeza del   de mi charcutero de  Treviso,   de Santa Rosalía.
          parecido. En el fondo somos la   apasionado por las especialidades   ¿Cómo es tu casa? Como yo
          literatura de una ciudad que debe   catalanas. Recorro la buhonería   mismo, si no la miro desde afuera.
          existir  a  trocitos  en  el  resto  del   del Cementerio con la certeza   ¿De qué está hecha? De
          planeta. Construimos un edificio,   de no atisbar nada autóctono, y   pasaporte roto. De pasaje de ida.
          esotéricamente    denominado     escucho en mi reciente memoria   De déjame ver.
          El Cubo Negro, como debería      la ponderación de un vendedor       ¿Dónde se encuentra? La de
          llamarse un relato de Lovecraft,   de cuchillos cuzqueño, realmente   verdad, se perdió. La de mentira,
          sólo porque nos parece  cierto, o   impresionado por el que él    esperándome.
          lo que es igual, contemporáneo.   denomina, “el eterno filo alemán”.   1988. Mientras tanto... y por
          Construimos  un  hermosísimo     Ingreso a una autopista que bien   si acaso.
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