Page 21 - Visiones del ayer y hoy
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Visiones del ayer y hoy
mi caso de caraqueño a la ruta Supongo que así continuó menos Buena Vista, ni calle, ni
de Orfeo, salvo la intención de ocurriendo con los inquilinos barranco, ni sótano, ni nada. Ni
Eurídice. Puedo evocarla por los de esa casa después de nuestro siquiera la topografía, el consuelo
sonidos, por los ladridos, por las éxodo familiar al Oeste, hasta de decirle, mira novia, tumbaron
voces, por los latidos del corazón, 1955, sin que me atreva a apostar mi casa, pero allí donde está ese
por mi intimidad amenazada la cabeza por ésta o por ninguna taller mecánico, o esa quincalla
en esa aventura, pero jamás por otra fecha que aparezca en de sirios, nació este servidor.
la arquitectura que recorrí. Se nuestra conversación. Lo cierto No había nada. No había sitio.
trataba de un simple rumbo al del caso, es que hacia 1960, en No había ni siquiera espacio.
Oeste, con la única intención de la ocasión de una novia y de lo La nada más grande que se ha
llegar al Oeste, y alojarme en la más Raskolnikov, me dio por visto, desde que Jehová tuvo su
calle Argentina, entre 5a y 6a enseñarle el lugar donde Matilde ocurrencia. Cierta planimetría,
Avenidas, Quinta San Francisco, me trajo al mundo. Como un cierta arqueología digna del
es decir, hogar. Allí llegué a las nuevo Rasmussen, arengué a mi Museo Británico, me señaló años
nueve de la noche, y tras la natural novia, en los términos siguientes: más tarde, que lo que fue mi casa
reprimenda paterna, este Ulises -Novia, te voy a llevar al lugar es hoy en día el metro número
trató vanamente de reproducir la donde nací. De Poleo a Buena doce de una colina artificial,
geografía del recorrido. Inútil. Sólo Vista 11-13. según se excave como si se
voces. Ruidos, cantos de gallo, Y a continuación, sintiéndome tratase de Pompeya. Y tenga uno
Guadalajara es un llano, tapitas de histórico, le hablé de ciertos esa inquietud. El general Pérez
cerveza. Caracas suena. La ciudad terrores infantiles, acaecidos de Jiménez, tuvo a bien decidir esa
se hizo para oírla. No para verla. Poleo a Buena Vista 11 -B. Un erupción del Vesubio, que nulificó
Es el perfecto ámbito de un ciego, sótano. Un nido de alacranes. mi pasado, y prácticamente mi
y tal vez por eso los ciegos más Un perro llamado Quimbombó. genética en 1956, con ocasión de
diestros que he visto en toda mi Un fantasma mal entretenido que un despilfarro y sin enviarme ni
vida, son los ciegos caraqueños. todas las noches paralizaba el siquiera un telegrama.
Nací en una calle entre dos flotante y tres o cuatro mentiras Vivo en una ciudad nueva,
esquinas, tan literarias hoy en destinadas a exaltarme o a siempre nueva, siempre reciente,
día como la dirección de Arsenio hacerme perdonar los anteojos de pero que sólo puede conocerse a
Lupin. Digamos que el correo miope. Y fui con mi novia, muy través de una nueva arqueología.
podía entregarle una carta a mi a lo Sterne, al arcano vientre de Casi siempre, la imagen que
padre, si en el sobre el remitente este formidable natalicio. Pero no tenemos de un arqueólogo,
escribía: José Ramón. Poleo a existía. Quiero decir, no existía dejando de un lado el sombrero
Buena Vista, 11 -B. 11-B, no existía Poleo, ni mucho de corcho y los pantalones por
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