Page 334 - Todo César: Panorama de vida y obra
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Todo César 333


                 Extendidas y definidas todas las manifestaciones humanas, el arte cobra más  El fASCISMO NuEvAMENTE AMENAzA Al MuNDO.
               firme relieve ya que, puesto con justa comprensión al servicio de ideologías  lA CAuSA DEl PuEblO uRuGuAYO ES NuESTRA CAuSA
               determinadas, cobra, entonces, un carácter sólido y constructivo.
                 A fines del siglo XIX aparece el cinematógrafo como nueva expresión artística.
               Durante su primera etapa carece de orientación definida, pero más adelante,  Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, todos los hombres y mujeres del
               debido  a  su  difusión,  cobra  mayor  técnica  y  dentro  de  él  aparece  el  género  mundo, que de una manera u otra habíamos vivido y sufrido esa terrible heca-
               humorístico, banal al principio, que adquiere descomunales proporciones con  tombe, abrigamos en nuestros pensamientos y corazones la esperanza de que,
               la figura genial de Charlie Chaplin, el crítico burlón más representativo de este  con los últimos disparos, se había enterrado para siempre el monstruo fascista.
               arte, y que en sus películas risibles hace crítica mordaz y juguetona a esta época  Que  ese  inmenso  holocausto  pagado  por  la  humanidad  para  detenerlo  y
               llena de vicios y paradojas.                                           destruirlo bastaría, y que nunca más las naciones y los pueblos volverían a verlo
                 Con el fascismo, la caricatura se contrae a un aspecto político-social, y así  erguido, sangriento y armado de nuevo para destruir. Pero a escasos treinta y
               encontramos en todos los pueblos que la democracia se ve atacada por un regre-  dos años de aquel mayo de victorias, cuando fue tomada Berlín y Hitler pere-
               sionismo invasor. Ella, como todas las épocas, combate por un equilibrio armó-  cía por su propia mano, el fascismo con todo su vesánico terror, con toda su
               nico en las sociedades. Y allí donde las tiranías impiden su difusión, lucha tras  bestialidad, con toda su espantosa deshumanización, se alza de nuevo contra
               la sonrisa popular y el juicio anónimo por la justicia y el bienestar social.  el hombre y sus más caros valores y desde multitud de lugares, ya asegurados
                 Como hemos visto, la caricatura siempre, en todas las épocas y en todos los  por él en el mundo, se nutre y cobra impulso para extenderse y alcanzar, si se le
               pueblos, ha sido la expresión más simple y sincera del sentir popular. Ella, llena  deja, lo que no pudieron hacer Hitler y Mussolini: tomar y dominar con sangre,
               de un gran contenido moralizador, lleva a todas las conciencias un sentido de  fuego y odio el mundo. En Asia, África, Europa y América se eleva nuevamente
               rectitud y clara orientación hacia la pureza social. Y por más que los intereses  la cruz gamada, oculta o descubierta detrás de juntas gubernamentales, y orga-
               dominantes la ataquen con todos los medios de que disponen, siempre esta  nizaciones pardas reinician su tránsito de muerte y desolación por el orbe. Y
               manifestación gráfica será el juicio más terrible que las clases secularmente  es entre nosotros, en América Latina, donde ya ha clavado sus más agresivas
               oprimidas esgrimirán contra ellos. Por esto, al comprender el gran contenido  garras. Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Brasil, Nicaragua y El Salvador son
               de la caricatura, debemos respetarla y llenar de alientos a quienes la producen,  víctimas de él. Día a día se filtran hacia el resto de la tierra los innumerables
               pues en estas líneas ágiles va siempre un girón del sentimiento y dolor de los  y hórridos crímenes de que han sido y son víctimas los pueblos de esos países
               pueblos oprimidos.                                                     hermanos. Corazones y conciencias se estremecen por doquier y, por pavorosas
                                                                                      analogías, regresa el recuerdo de los campos de concentración nazis con sus
                                                                               1938   cámaras de gas, sus hornos, sus lámparas confeccionadas con piel humana, las
                                                                                      mujeres sometidas a ser conejillas de experimentos para los ensayos de esteri-
                                                                                      lización masiva, los millones de judíos sacrificados, escarnecidos, humillados,
                                                                                      las prédicas racistas alzadas como bandera de exterminio para todos aquellos
                                                                                      no considerados como de “raza pura”. Las alambradas electrificadas, cercando
                                                                                      las  prisiones  y  campos,  cuidadas  además  por  perros  amaestrados  en  cazar
                                                                                      fugitivos, sobre cuyas aristas se quebraba el pálido brillo de los lejanos luce-
                                                                                      ros junto con los quejidos de los sacrificados, en esas noches de nieblas y fríos
                                                                                      interminables. Ahora esos mismos sitios demoníacos y los mismos hechos que
                                                                                      son la total negación del hombre y su cultura se suceden en Chile, que una vez
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