Page 333 - Todo César: Panorama de vida y obra
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332  Selección de ensayos y artículos



            consignas de partidos o al sentir popular, siempre ha luchado por la libertad y  imperaba en las clases dominantes, contra el fanatismo y las supercherías, luchó
            pureza de las costumbres, por crear fuerza de convicción y elevación moral en el  siempre con denuedo este poderoso y humano artista.
            pueblo, a la vez que enriquecer ideologías nacientes.                    Cuando  hoy  miramos  sus  grabados  que  se  denominan Desastres  de  la  guerra,
               Si la caricatura en Inglaterra fue política y en Francia ampliamente social, en  sentimos cómo estaban arraigados en este artista sus principios justos y humanos. Y
            España se manifestó exaltadamente patriótica, a pesar de que la tiranía de sus  allí, en esos desnudos grotescos y hórridos rostros, se muestra la tragedia de España,
            reyes y cortes impedía por todos los medios su amplia difusión, pues era tal el  esa tragedia de ayer y de hoy; porque si este grande hombre mostró con su buril lo
            temor que a ella le tenían los poderosos que se castigaba cruelmente a cualquier  que le costó a España, al pueblo español, la ambición napoleónica, también se hace
            dibujante atrevido que mostrase en sus dibujos algún aspecto de aquellas cortes  presente en su obra, y desde su época y posición de humano genial, que aún dentro
            depravadas. Esas sociedades, llenas de vicios e infamias no podían permitir que  del horror y la tragedia el pueblo español siempre fue heroico. Por eso hoy palpita de
            sus lacras fuesen, por obra y gracia de un lápiz, motivo de risa y burla entre el  nuevo en el alma de España, la España grande que produjo a don Francisco de Goya.
            populacho. Esta fue la causa de que durante los reinados de Fernando V, Felipe   La obra de este artista es visionaria y fantástica, a veces parece extraña e
            III y Felipe IV, casi no aparecieran dibujos satíricos y los pocos que de esa época  incomprensible; sobre ella dijo Teófilo Gautier que
            se conocen (anónimos) son un justo exponente de toda la corrupción en que
            vivían aquellos cortesanos depravados, mezcla de frailes, prostitutas y aventu-  Los dibujos de Goya están ejecutados al acua tinta, tocados y realizados por el agua
            reros.                                                                    fuerte, nada hay más franco, más libre, más fácil, un rasgo indica toda una fisono-
               A pesar de que el Estado social de entonces ofrecía campo amplio a la carica-  mía, una masa de sombra hace de fondo o deja adivinar sombríos paisajes medio
            tura, ella tuvo que estar sumida en el anonimato, y era por medio de pasquines   abocetados, las quiebras de una sierra son teatros ya preparados para un homicidio,
            que hacía su aparición jocosa e hiriente. En esta forma continuó luchando dura-  para un aquelarre: pero esto es raro, el fondo no existe generalmente en Goya. Como
            mente, logrando más adelante, bajo el reinado de Carlos IV, adquirir una poten-  Miguel Ángel, desdeña la naturaleza exterior y no toma de ella sino lo estrictamente
            cialidad grandiosa, debido al técnico y terrible buril de don Francisco de Goya.   necesario para colocar sus figuras y todavía sitúa muchas de ellas en las nubes. De
            Esa sociedad española, próxima ya al caos, tiene en este genio del arte su más   vez en cuando un lienzo de muro cortado por ángulo de sombra, el arco negro de
            firme y crítico moralizador. Goya, con clara conciencia de su época, fijó para el   una cárcel, una empalizada apenas indicada, he ahí todo. He dicho que Goya era un
            futuro páginas que son un anatema para aquella aristocracia prostituida, como   caricaturista a falta de palabra más adecuada: es la caricatura del género de Hoff-
            también  reflejan todo el dolor que gravitaba sobre el pueblo español. Su obra   mann, donde la fantasía va siempre unida a la crítica llegando con frecuencia hasta
            fue, y aún es, un correctivo poderoso para esas clases que, en todas las épocas y   lo terrible y lúgubre; diríase que todas aquellas cabezas grotescamente amenaza-
            en todos los pueblos, aplastan con su lodo la moral humana. Muchos han consi-  doras han sido dibujadas por la garra de Smarra sobre la pared de una alcoba de
            derado a Goya como filósofo, cuya obra obedecía a una línea interior trazada,   medroso aspecto, y a la luz de los intermitentes resplandores de una lamparilla
            pero si al analizarlo lo hacemos en conjunto con su momento histórico, veremos   agonizante. Se siente uno transportado a un mundo imposible y sin embargo real.
            que su obra obedeció más a la emoción de un artista dolorido ante el malestar
            económico y social de su pueblo, y que sintiendo horror por los vicios y amorali-  He aquí a Goya, fantástico y humano pintor e historiador. Pues nadie relató
            dades que pesaban sobre él, tendía a castigarlos con su gráfico sarcasmo.  tan fielmente su época como él, y su obra es un legado gráficamente fiel de
               En las páginas de sus grabados palpita el dolor y la miseria, la corrompida  aquella sociedad que iba a desaparecer para siempre.
            banalidad y los asqueantes vicios; no hubo un solo detalle ridículo o inmoral   En el siglo XIX, con el surgimiento poderoso del capital, se delinea con preci-
            que escapara de verse herido por el lápiz genial de don Francisco. Y contra los  sión una división de clases, apareciendo entonces, tras variado proceso, una
            crímenes de la Inquisición, los frailes corrompidos y cínicos, la prostitución que  expresión formal del arte que llega a alcanzar mayor potencialidad en siglo XX,
                                                                                   sobre todo en la posguerra, al intensificarse estas luchas clasistas.
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