Page 228 - Todo César: Panorama de vida y obra
P. 228

Todo César 227



               exaltar las categorías pertinentes a nuestra cultura, a la manera de Hostos o   Procura ofrecernos una visión de lo nuestroamericano del paisaje, desnu-
               Juan Marinello, o como José Martí en el ensayo “Nuestra América”, donde honra  dando sus claves sígnico-simbólicas, interpretando nuestra realidad literaria
               nuestras raíces: lo nuestroamericano.                                  para transmitirla, hacerla pública y transformarla. Sobre la cuestión agraria y
                 Cuando el tema de sus artículos es la literatura, Rengifo se aproxima a manera  nuestro proceso cultural diría:
               de informante. Por ejemplo, al darnos una panorámica de Bello y Salinas, en su
               escrito “La vida social venezolana y el arte”, nos ofrece este botón:     Ya en Oviedo y Baños adviértese el despunte de ese sentimiento nacional fuerte-
                                                                                         mente arraigado a la tierra, al paisaje, a las costumbres sociales. Es ese sentimiento
                   … Bello canta al Anauco y escribe el primer libro que se imprime en Vene-  el que lo lleva a historiar. El amor a la patria que ha adoptado, que en sí es uno de los
                   zuela, el célebre Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el   valores morales de la cultura, lo lleva a hacer historia, la que también es otro valor de
                   año 1810; y al mismo tiempo que planifica la edición de una revista literaria,   la cultura. Esta, con su matiz nacional, está en marcha. 6
                   El Lucero, realiza obras teatrales sobre temas vinculados a la vida venezolana.
                   Salinas,  soñador  de  ideas  republicanas,  comparte  también  sus  deseos  de   Como notamos, Rengifo se aferra al terruño y a los valores y símbolos que
                   escribir teatro con sus prédicas ideológicas. 2                    urden  en  la  poesía  del  maestro  de  Bolívar,  ofreciéndonos,  para  cerrar,  esta
                                                                                      alusión:
                 Luego, abordará dudas sobre nuestro hecho literario y nos dirá: “La literatura
                                         3
               también se aleja de lo nuestro” , advirtiéndonos sobre la necesidad de construir   Y es con Bello, por su voz poética primero, que fluye buscando ya hacerse expresión
               una literatura de carácter nacional. Otro aporte significativo lo leemos en su   perenne y propia, el espíritu nacional uniforme, y donde ya se han fundido el popu-
               ensayo “Valor y sentido de un arte nacional”, donde nos lega esta reflexión:  larismo hispano, el primitivismo indígena, el barroquismo cultista y el humanismo
                                                                                         enciclopédico. 7
                   Desde  los  primeros  tiempos  coloniales,  con  Castellanos  mismo  y  aquellos  otros
                   poetas, Fernán Mateos y Diego Miranda, de quienes el primero nos habla en su   Toda esta gama literaria nos la ofrece en una especie de sincretismo de formas,
                   “Elegía  XIV”,  comienzan  a  incorporarse  a  la  poética  elemental  del  paisaje,  del  donde ninguna expresión se impone sobre otra, auspiciando la síntesis en nues-
                   hombre y de productos de esta tierra, los que dan una característica ambiental y  tro mestizaje e identidad, recreando nuestro imaginario sin nunca descuidar la
                   humana a sus obras, con tendencias americanizantes, influencia que alcanzó hasta  pertinencia a nuestra Pachamama. Para Rengifo el ideario, en cuanto a la iden-
                   Lope y Góngora en el lar español. 4                                tidad, está dado en la debida valoración que demos a nuestro mestizaje. Tradi-
                                                                                      ción e identidad caminan de la mano en el discurso ideológico de nuestro César.
                 Y prosigue diciendo del cantor del Anauco:                           Obedecen ambas categorías a la suma de valores heredados por nuestros tres
                                                                                      grupos étnicos, cuya multiculturalidad hecha síntesis debe ser nombrada, reme-
                   … Bello, poeta, fluye sentimiento nacional por debajo de su formalismo castellano, orgá- morada, valorada y proyectada hacia la sociedad; y una vez que retorne hecha
                   nico y clásico. Su Silva a la agricultura de la zona tórrida es el germen, no digamos del crio- “imagen  y  semejanza”  de  nosotros:  reconocernos,  asumirnos  desde  nuestra
                   llismo, sino del espíritu americano buscando su exaltación perenne en el arte. 5  índole identitaria.



               2   C. Rengifo. “la vida social venezolana y el arte”, El arte y la cultura nacional…, op. cit., p. 19.
                       ,
               3   Ibidem  p. 30.                                                     6   C. Rengifo. “la cuestión agraria y nuestro proceso cultural”, El arte y la cultura nacional…, op.
               4   C. Rengifo. “Valor y sentido de un arte nacional”, El arte y la cultura nacional…, op. cit., p. 36.  cit., p. 95.
               5   Ibidem, p. 37.                                                     7   Idem.
   223   224   225   226   227   228   229   230   231   232   233