Page 467 - Sencillamente Aquiles
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EL PERRO SARNOSO
Este pobre animal, antes obeso,
hoy parece un inglés con paludismo;
se vio al espejo y se mordió a sí mismo
creyendo que era un hueso.
Se dispersan los grupos si él se arrima
y él sigue su camino, tristemente,
añorando caricias que la gente
ya no le da porque le tiene grima;
él ya no es perro sino, escasamente,
cuatro patas con una sarna encima.
Yo le he visto pasar
muerto de hambre, muriéndose de sed,
tan débil que no puede caminar;
y para no caer, si va a ladrar
tiene que recostarse a la pared.
Allá estaba, ladrándole a la luna;
su mirada era triste y era amarga,
como de gran dolor enorme carga
y era una
y era una
y era una sola sarna larga…
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