Page 344 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles
(Al ruido del chivato vienen a agregarse unos golpes como
de pilón, que retumban profundamente en el baño.)
tipo: Pero caramba, ese chivato debe estar sacando algún
entierro. ¡Óigame eso!
señora: No, ahora no es el chivato. Ahora es Danilo des-
tapando la ponche crema con la almohada. (Tocan a la
puerta.) ¿Quién es?…
muchachita: ¡Gente de paz!
señora: Adelante.
muchachita: Que manda a decí mi mamá que cómo están
por aquí y que le haga el favor de no destapá botella en
ese lado porque se oye clarito y allá hay enfermo.
señora: ¡Ah caracha!… ¿Usted cree que yo me acor-
daba?… ¡Danilo, Danilo!… (Viéndolo salir enchum-
bado.) ¡Pero Danilo, muchacho! ¿Qué te pasó, Danilo?
danilo: Guá, que me resbalé en el baño, y pa’ no caeme me
agarré de la cadena de la regadera y la regadera se abrió.
señora: ¡Ay mi madre!… ¡De seguro que ya mojaste las
colchonetas! Cada vez que hay fiesta en esta casa se
mojan esas colchonetas… Y después, en la noche, es
la gran tranca pa´ acostase: nadie quiere dormí en las
colchonetas mojadas.
señorita: Mal jueguito le diste a Bernardo, mamá. Ahora
anda con el martillo machacando pepas de durazno
por todo el suelo, y ahorita le dio un martillazo por el
pie a la señora Josefa.
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