Page 340 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles


                   (Silencio)


                   Con lágrimas cristalinas
                   moja el retrato nupcial
                   mientras el viento otoñal
                   se filtra por las cortinas.



                                  EPÍLOGO


                   Oración fúnebre del gato


                   En un zapato de niño
                   lo vinimos a enterrar;
                   lloró por él la tinaja
                   y el caballito de mar,
                   y el lagartijo no vino
                   porque se puso a llorar.


                   Esperándolo en el cielo
                   los inocentes están,
                   San Francisco en su pañuelo
                   guardó migajas de pan
                   y en Hammelín un flautista
                   tiró la flauta en el mar.



                   telón lentísimo









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