Page 338 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles
—¡Caracoles,
vida mía,
qué diría
La Fontaine!
(Una campana suena, lejana)
hormiguita:
Me voy porque me espera
la misa de ocho.
ratón:
Mientras tú estás por fuera
yo haré el sancocho.
hormiguita:
Ponle cebolla, y ten mucho cuidado con esa olla.
ESCENA IV
La hormiga vuelve de misa
y con amable sonrisa
saluda a la gente toda,
exhibiendo la andaluza
que le mandó la lechuza
como regalo de boda.
hormiguita:
Ratoncito, ¿dónde estás?
¡Te doy a cambio de un beso,
una tortica de queso patagrás … !
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