Page 348 - Sencillamente Aquiles
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sencillamente aquiles
el contrincante: ¡Es que él me la tiene mordida y no
afloja!
señora: ¡Ay, qué angustia, Genoveva! Pon un disco pa
disimular.
(Empieza, una vez más, a sonar «Taboga», que como de
costumbre, vuelve a pegarse en …ga mía …ga mía, ahora sin
que nadie le haga caso por atender al pleito. Segundos después
de empezar el disco la casa comienza literalmente a estreme-
cerse, lo que indica que el chivato de al lado ha cogido el techo;
y al estruendo infernal que forman todas estas cosas juntas,
viene a sumarse el de la «barra» que, al verse privada del es-
pectáculo por habérsele cerrado la ventana, ha levantado una
gritería de pronóstico.)
telón rápido
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