Page 418 - La escena contemporánea y otros escritos
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La escena contemporánea y otros escritos


               La  burguesía  ibero-americana  tiene  mucho  más  que  aprender  en  la
               escuela del nuevo Imperio yanqui que en la escuela de la vieja nación
               española. El modelo yanqui, el estilo yanqui, se propagan en la América
               indo-ibérica, en tanto que la herencia española se consume y se pierde.
                  El hacendado, el banquero, el rentista de la América española miran
               mucho más atentamente a Nueva York que a Madrid. El curso del dólar
               les interesa mil veces más que el pensamiento de Unamuno y que La
               Revista de Occidente de Ortega y Gasset. A esta gente que gobierna la
               economía y, por ende, la política de la América del Centro y del Sur, el
               ideal ibero-americanista le importa poquísimo. En el mejor de los casos
               se siente dispuesta a desposarlo juntamente con el ideal pan-america-
               nista. Los agentes viajeros del panamericanismo le parecen, por otra
               parte, más eficaces, aunque menos pintorescos, que los agentes viajeros
               —infantes académicos— del ibero-americanismo oficial, que es el único
               que un burgués prudente puede tomar en serio.

               III


                  La nueva generación hispano-americana debe definir neta y exac-
               tamente el sentido de su oposición a los Estados Unidos. Debe decla-
               rarse adversaria del Imperio de Dawes y de Morgan; no del pueblo ni del
               hombre norteamericanos. La historia de la cultura norteamericana nos
               ofrece muchos nobles casos de independencia de la inteligencia del espí-
               ritu: Roosevelt es el depositario del espíritu del Imperio; pero Thoreau
               es el depositario del espíritu de la Humanidad. Henry Thoreau, que en
               esta época, recibe el homenaje de los revolucionarios de Europa, tiene
               también derecho n la devoción de los revolucionarios de Nuestra América.
               ¿Es  culpa  de  los  Estados  Unidos  si  los  ibero-americanos  conocemos
               más el pensamiento de Theodore Roosevelt que el de Henry Thoreau?
               Los Estados Unidos son ciertamente la patria de Pierpont Morgan y de
               Henry Ford; pero son también la patria de Ralph-Waldo Emerson, de
               Williams James y de Walt Withman. La nación que ha producido los más
               grandes capitanes del industrialismo, ha producido así mismo los más
               fuertes maestros del idealismo continental. Y hoy la misma inquietud que
               agita a la vanguardia de la América Española mueve a la vanguardia de


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