Page 190 - La escena contemporánea y otros escritos
P. 190

La escena contemporánea y otros escritos


                  El patrimonio artístico de Rusia ha sido íntegramente salvado. No
               se ha perdido ninguna obra de arte. Los museos públicos se han enri-
               quecido con los cuadros, las estatuas y reliquias de colecciones privadas.
               Las obras de arte, monopolizadas antes por la aristocracia y la burguesía
               rusas, en sus palacios y en sus mansiones, se exhiben ahora en las gale-
               rías del Estado. Antes eran un lujo egoísta de la casta dominante; ahora
               son un elemento de educación artística del pueblo.
                  Lunatcharsky, en éste como en otros campos, trabaja por aproximar
               el arte a la muchedumbre. Con este fin ha fundado, por ejemplo, el Prolet-
               cult, comité de cultura proletaria, que organiza el teatro del pueblo. El
               Proletcult,  bastamente  difundido  en  Rusia,  tiene  en  las  principales
               ciudades  una  actividad  fecunda.  Colaboran  en  el  Proletcult,  obreros,
               artistas y estudiantes, fuertemente poseídos del afán de crear un arte
               revolucionario. En las salas de la sede de Moscú se discuten todos los
               tópicos de esta cuestión. Se teoriza ahí bizarra y arbitrariamente sobre
               el arte y la revolución. Los estadistas de la Rusia nueva no comparten
               las ilusiones de los artistas de vanguardia. No creen que la sociedad o la
               cultura proletarias puedan producir ya un arte propio. El arte, piensan,
               es un síntoma de plenitud de un orden social. Mas este concepto no
               disminuye su interés por ayudar y estimular el trabajo impaciente de los
               artistas jóvenes. Los ensayos, las búsquedas de los cubistas, los expre-
               sionistas  y  los  futuristas  de  todos  los  matices,  han  encontrado  en  el
               gobierno de los soviets una acogida benévola. No significa, sin embargo,
               este favor, una adhesión a la tesis de la inspiración revolucionaria del
               futurismo. Trotsky y Lunatcharsky, autores de autorizadas y penetrantes
               críticas sobre las relaciones del arte y la revolución, se han guardado
               mucho de amparar esa tesis. “El futurismo —escribe Lunatcharsky— es
               la continuación del arte burgués con ciertas actitudes revolucionarias. El
               proletariado cultivará también el arte del pasado, partiendo tal vez direc-
               tamente del Renacimiento, y lo llevará adelante más lejos y más alto que
               todos los futuristas y en una dirección absolutamente diferente”. Pero las
               manifestaciones del arte de vanguardia, en sus máximos estilos, no son
               en ninguna parte tan estimadas y valorizadas como en Rusia. El sumo
               poeta de la Revolución, Maiakovski, procede de la escuela futurista.




                                                                          189




       BM_Laescenacontemporaneayotros escritos_TomoI.indd   189            08/10/10   17:48
   185   186   187   188   189   190   191   192   193   194   195