Page 387 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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               Mientras no se establezcan instituciones libres al mismo tiempo
             que fuertes, la historia de todos los países enseña que la pública
             tranquilidad pende necesariamente de las personas. El monstruo
             devorador de la anarquía se cebaría, señor, en Colombia si vos la
             abandonáseis en este momento. Vos habéis prometido solemne-
             mente continuar ejerciendo la suprema autoridad, hasta tanto que
             el Congreso promulgase la Constitución del Estado, y nombrara
             sus magistrados, y si por una parte, lo que debéis a Colombia y
             a vos mismo, señor, opone obstáculos poderosos a que se lleve a
             efecto la abdicación que habéis hecho de la Presidencia de la Re-
             pública; el Congreso por otra, se ve en la absoluta imposibilidad de
             aceptárosla, porque aquella promesa está contenida en la ley de su
             creación, y él debe ser el primero en respetarla religiosamente. Por
             lo que hace a vuestra reputación, ella no puede sufrir menoscabo
             por las calumnias de vuestros detractores; la existencia de esta asam-
             blea es la respuesta más victoriosa a todas ellas. Continuad señor,
             preservando a Colombia de los horrores de la anarquía, dejadle por
             legado la consolidación de sus leyes; vuestro nombre, ya inmortal,
             aparecerá más resplandeciente aún y más puro en las páginas de la
             historia, cuando el buril de ésta haya grabado en ellas que todo lo
             pospusisteis, todo lo sacrificásteis a la felicidad de vuestra patria.
               El Congreso desea ardientemente que se hagan en los distintos
             ramos de la administración las importantes reformas que indicáis,
             para que con la mejora social que produzcan, se engendre la abun-
             dancia y nazcan con ésta la quietud, el orden. El examinará si aque-
             llas reformas están en la esfera de sus atribuciones.
               Entretanto, va a tratar de fundar las libertades públicas y extender
             el imperio de la ley; y no excusará fatiga o sacrificios para cumplir
             con la santidad de sus deberes, y reorganizar esta gran familia co-
             lombiana, de la cual todos somos hijos, hijos por siempre insepa-
             rables. 522



          [ 522 ]_ Gaceta de Colombia. Bogotá, 24 de enero de 1830, N° 449, p. 3-4.
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