Page 240 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
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240  Rafael Ramón Castellanos



               Pero Sucre, el diplomático, continúa en sus destellantes maniobras
             edificantes. Sabe bien el terreno que pisa y lo que puede resultar de
             cualquier equivocación en el trato con otros Estados, amén de basa-
             mentarse jurídicamente en el ámbito del Derecho Internacional Públi-
             co. El 20 del mismo mes de febrero se dirige al Gobernador y Capitán
             General de Buenos Aires con un esquema bien razonado. Veámoslo:
                   Tengo el honor de participar a V. E. que el ejército libertador,
                 después de haber conquistado la independencia y la paz al Bajo
                 Perú en las batallas de Junín y Ayacucho, ha pasado el Desagua-
                 dero con el objeto de redimir estas provincias del poder español.
                   S. E. el Libertador al prevenirme este movimiento creyó que al
                 acercarse el ejército sería proclamada la independencia en estas pro-
                 vincias por el general Olañeta, que nos había ofrecido su amistad;
                 y así S. E. excusó darme otras instrucciones que exigir del gene-
                 ral español este paso que terminaba la guerra. El general Olañeta
                 negándose a su reunión con nosotros, ha persistido en sostener la
                 causa del rey, y nos hemos visto obligados a pasar el Desaguadero y
                 emplear la fuerza para destruirlo y arrancarle el país.

                   Libertada la mayor parte de su territorio, y sin un gobierno
                 propio que se encargue de su dirección, en circunstancias que
                 las Provincias Argentinas no han organizado su gobierno actual
                 y que el Perú nada dispone respecto de estos pueblos, he creído
                 de mi deber como americano y como soldado, convocar una
                 asamblea de estas provincias, que arreglando un gobierno pura-
                 mente provisorio, evite las facciones, los partidos y la anarquía
                 y conserve el territorio en el mejor orden. Con este objeto he
                 expedido el decreto adjunto, que es el testimonio generoso de
                 nuestros principios, al cual añado la protesta solemne de la ab-
                 soluta neutralidad del ejército libertador en los negocios domés-
                 ticos de estas provincias.

               Juzgo de mi obligación poner en conocimiento de los diferentes go-
             biernos de las Provincias Unidas este paso a que he sido forzado por
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