Page 76 - Influencia de las mujeres en la formación del alma americana
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ni ella ni sus oyentes apreciamos entonces. Era aquella especie de
letanía ilustrada su tema favorito. Yo creo que con las mismas quejas
debía lamentar alguna otra injusticia sentimental más personal y
más honda que no decían los labios. Encumbrada en su silla guiaba
el rosario, hacía colchas de crochet, politiqueaba y leía sin cesar. A
veces un historiador joven venía a consultarla sobre algún dato o
anécdota relativa a su padre. Los refería con minuciosidad y devo-
ción. Aunque sus recursos intelectuales eran modestos, tanto le
gustaba cultivar la inteligencia, que a su sirvienta, una negra joven
que había traído del confín de una hacienda, no solo le enseñó a
escribir y a leer, sino que le trasmitía en secreto sus conocimientos
del francés. Tales clases tenían lugar a puerta cerrada. Temía la burla
de sus tres generaciones de sobrinos y escondía con misterio el
Ollendorff y los cuadernos donde se guardaban las conjugaciones,
temas y borrones de su cómplice a quien había logrado comunicar
la sagrada fiebre de saber. Todo el mundo conocía el secreto, pero
todo el mundo aparentaba ignorarlo. Aquel pobre francés era sin
duda una de las llaves con que durante su larga vida había entrado
ella al país del ensueño. Antes de morir, para que no se perdiese, lo
legaba así humildemente a su negra.
Otra llave que le abría la puerta del ensueño era una correspon-
dencia que la ponía en contacto mensual con Colombia, país
sagrado para su alma idealista. Cuando los venezolanos y los colom-
bianos éramos una misma cosa como lo seguimos siendo, pese a esos
límites discutidos imaginarios y pese también a esa cosa exterior
que llaman gobierno y política, en los tiempos en que éramos todos
la Gran Colombia una rama de la familia, los O’Leary Soublette
habían pasado a Bogotá. Doña Carolina O’Leary, bogotana, que
todos ustedes conocieron, y tía Teresa Soublette, caraqueña, sin
haberse nunca visto, tenían una gran intimidad epistolar. Duró la
correspondencia desde la infancia de las dos hasta la muerte de una