Page 51 - Influencia de las mujeres en la formación del alma americana
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50 50 INFLUENCIA DE LAS MUJERES EN LA FORMACIÓN DEL ALMA AMERICANA
Yo le doy todos los días las gracias por las comodidades morales
y materiales que nos proporciona y se las doy además porque en
medio de su vértigo conserva aún, para sus preferidos, remansos de
recogimiento y de paz como es, sin ir más lejos, esa encantadora
Quinta Bolívar que tan bien habla del buen gusto bogotano, es en
esos remansos donde podemos a voluntad escuchar el rumor de
otros tiempos. Digo “sus preferidos” porque mientras más se vive
en el presente más sabor por contraste tiene el pasado. Ese pasado
nos lo ofrece nuestra época de brusca evolución no solo en los libros
y en las viejas ciudades, sino en los sentimientos, en las expresiones
y hasta en las indignaciones de ciertas personas, quienes, sin darse
cuenta, se hallan todavía dentro de un aura de otros tiempos.
¿Quién de nosotros no ha vivido un poco en la Colonia gracias a tal
amigo, tal pariente o tal vieja sirvienta milagrosamente inadaptados
al presente? En lo que me concierne debo decir que casi toda mi
infancia fue colonial y que la necesidad de reaccionar contra ella en
una edad en que todos somos revolucionarios tanto por espíritu de
justicia como por espíritu de petulancia fue la causa que me impulsó
a escribir.
Buena o mala influencia, no lo sé, esos vestigios coloniales junto
a los cuales me formé están llenos de encanto en mi recuerdo y lo
mismo en Caracas que aquí en Bogotá, que en el resto de América,
ellos constituyen para mí la más pura forma de la patria.
La Independencia como toda revolución o cambio brusco, solo
alteró cosas exteriores. El espíritu colonial siguió imperando a través
de todo el siglo xix hasta alcanzarnos. Enemigo en la práctica de las
ideas revolucionarias, fuentes de la Independencia, vivió en contra-
dicción con su propia obra. En Venezuela, ya que hablo especial-
mente de mis propios recuerdos de familia, segura de que en ellos
han de reflejarse fraternalmente los mismos recuerdos de cada uno de
ustedes, en Venezuela, a ese espíritu colonial se le llamó con injusticia