Page 43 - Influencia de las mujeres en la formación del alma americana
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42 42 INFLUENCIA DE LAS MUJERES EN LA FORMACIÓN DEL ALMA AMERICANA
cabalgadura a cuanto amigo o conocido pobre pasase por el Cuzco
y, dueño de inmensas encomiendas, era generoso y benigno con sus
vasallos indios. No habiendo estallado todavía las terribles guerras
civiles entre Gonzalo Pizarro y los virreyes de Lima, durante aquel
paréntesis de paz, las calles y plazas del Cuzco parecían reflejar sobre
los restos melancólicos de la sociedad inca todo el esplendor de la
vida florentina. Mientras los indios nobles, los venerables orejones,
pasaban tristes y empobrecidos embozados en sus mantas de lana
de vicuña y de vizcacha, los españoles celebraban procesiones,
comparsas, torneos y cabalgatas tan lujosas que en una de ellas se
llevaban pedrerías por valor de 300.000 ducados prendiendo los
turbantes morunos. Por inquietud de la época, a la necesidad del
lujo se unía la necesidad del peligro. El más ligero roce daba lugar a
un desafío y menudeaban las muertes y emboscadas por razones de
venganza o de honra.
En tal ambiente de expectación y de lujo, vivía dueña y señora
en el palacio de Garcilaso la ñusta doña Isabel. Todos los encomen-
deros españoles, que formaban la aristocracia del Cuzco, la trataban
con gran cumplimiento y cortesía. Ella hacía los honores a los
invitados, mantenía correspondencia con el arzobispo y estimada
en extremo por Garcilaso ocupaba en el palacio rumboso de mesa
abierta, tipo primitivo de nuestras casas coloniales, el puesto de la
dueña de casa criolla, afable y llana en la hospitalidad.
Cuando estalló la guerra a muerte entre Gonzalo Pizarro y
el virrey Núñez de Vela, Garcilaso tuvo que salir del Cuzco para
afiliarse al bando del virrey. En el inmenso caserón abandonado y
vacío doña Isabel se quedó sola con su niño de seis años, el futuro
autor de La Florida y de los Comentarios. Setenta años después,
viejo, pobre, recluido en su casa de Córdoba en España, Garci-
laso, el poeta mestizo, describía en sus recuerdos de infancia,
tan llenos de vida y de ternura, el martirio de su madre durante