Page 198 - Fricción y realidad en el Caracazo
P. 198

ficción y realidad en el caracazo


            espirituales, humanas, es decir, de esa parte de la historia,
            a veces intangible, que por lo general ignoran los ma-
            nuales de historia. El dolor, la ira, el odio, la venganza,
            el miedo, el pánico, fueron motor y efectos del Caracazo.
            Había que contarlos, pero ¿cómo? El ambiente de aque-
            llos días, la atmósfera que se respiraba, la tensión, ¿cómo
            narrarlos? La literatura sabía cómo hacerlo y muchos pe-
            riodistas no vacilaron a la hora de recurrir a ella, sin dejar
            de hacer periodismo.
                La narración para contar las acciones de saqueadores y
            policías, o de personas atrapadas en la vorágine de la vio-
            lencia; la descripción en tanto representación de una ciudad
            devastada y asolada por los saqueos y enfrentamientos,
            así como de personajes —víctimas o victimarios— cuyas
            emociones y sentimientos quedaban plasmados por el di-
            bujo escritural de sus rostros y gestos, fueron técnicas lite-
            rariamente empleadas por los reporteros. El monólogo fue
            el recurso de que se valió Fabricio Ojeda para armar su
            reportaje-testimonio en el que un saqueador deviene voz
            de todos los saqueadores. El diálogo, no entre periodista
            y entrevistado, que es común en el oficio, sino entre perso-
            najes que hablan entre sí —el reportero deja la escena—,
            lo cual le da autenticidad e insufla vida a las crónicas o
            reportajes. El desplazamiento del punto de vista del na-
            rrador, de la primera a la segunda o tercera persona, del
            singular al plural, para pasar de una voz individual a una
            colectiva, es un recurso de la literatura que algunos de los
            autores de los textos analizados toman en préstamo, con
            lo que le insuflan dinamismo, variedad y amenidad a la
            relación. También en función de la autenticidad, de que los
            lectores sientan cercanos a los protagonistas de los aconte-
            cimientos e interlocutores de sus confesiones, encontramos

                                      198
   193   194   195   196   197   198   199   200   201   202   203