Page 193 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera


              traumático, generó en el mundo intelectual y periodístico.
              La trayectoria del autor como investigador de la comuni-
              cación social, fundador del Instituto de Investigaciones de
              Prensa de la Universidad Central de Venezuela y ganador
              en tres oportunidades del Premio Nacional de Periodismo,
              no hacía sino darle prestancia a un género —la sátira— te-
              nido por menor, pero de alcance mayor en cuanto al nú-
              mero de lectores y a su eficacia en el debate político y social.
                  Las primeras fiestas después del Caracazo fueron re-
              ligiosas: la Semana Santa. Esta cayó, en 1989, entre el 20
              y el 20 de marzo. Su cercanía temporal con los saqueos y la
              consecuente represión de febrero —apenas veinte días—
              la hizo recuperar la religiosidad perdida. En un país ma-
              yoritariamente católico, todavía la gente lloraba a sus
              muertos y buscaba a sus desaparecidos. Entre las manifes-
              taciones populares de los días santos se mantiene la quema
              de Judas, una tradición que se celebra el Domingo de Resu-
              rrección. Un enorme muñeco de trapo, relleno con petardos
              y cohetones, es incinerado en todos los pueblos y ciudades.
                  El Judas es bautizado con el nombre de aquellos per-
              sonajes de la vida pública que la gente quiere satirizar y
              denunciar. La música y el licor alegran la velada y se lee
              un documento conocido como el «testamento de Judas».
                  Con  este  título,  Jesús  Rosas  Marcano publicó su
              texto, que es la crónica política del Caracazo, con sus víc-
              timas y culpables. Dividido en cuatro partes, cada una de
              dos estrofas, excepto la última que es una sola pieza. El
              número de versos de las partes es variable y la unidad de
              conjunto viene dada por el tema, el ritmo y la rima de la
              compo sición. El propósito de la versificación es más co-
              municacional que literario. Lo que importa es el mensaje
              y los versos son un recurso gracioso y eficaz para hacerlo

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