Page 12 - El primer tutor de Bolívar
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Colección
Herederos de Bolívar
de hombres que se forman por sí, debido a cierta idiosincrasia que
tiende a emanciparlos de sus semejantes, y los somete al impulso de
caprichos y necesidades, en acatamiento a aspiraciones naturales, que
se transforman en grandes conquistas sociales. Si es difícil conducirlos
en los primeros días, es más difícil comprenderlos cuando en posesión
de una claridad intelectual, que los estimula, se empinan, toman
vuelo, ascienden y obran sin ser comprendidos, en obedecimiento a
leyes misteriosas del organismo. La humanidad juzga siempre a estos
hombres luminosos, como locos dignos de conmiseración. Son como
el albatros que necesita del huracán para extender el ala poderosa y
cernerse sobre la tempestad que les sirve de peana. La ola enfurecida,
el rugido de los vientos desencadenados, todas las baterías del rayo
eléctrico en posesión del espacio, he aquí la lucha en el vasto campo
de la naturaleza. Pero la fuerza no puede ser vencida sino por la
fuerza cuando ésta es conducida por la sagacidad, piloto del espíritu.
La pupila del albatros para dilatarse, exige la tempestad y en ésta
encuentra su triunfo, su festín. El día en que estos albatros de las
tempestades sociales vuelven al hogar, después de asomarse la faja
iris en todos los horizontes, es para sucumbir… El poderío se torna
entonces en debilidad, la sagacidad en temores; inflexibles, augustos,
olímpicos, se hacen después llorones y quejumbrosos. Pero como el
albatros, siempre encuentran la roca, el escollo, la playa hospitalaria
que les sirve de tumba…
A los once años después de la partida de Bolívar, tropieza éste con
su viejo tutor. Veíanse de nuevo, anciano ya el maestro, y de veinte
y cinco años el antiguo muchacho tronera y voluntarioso. El mismo
número de años mediaba entre ellos; pero el respeto había tomado
creces. Tropezaban al comenzar una revolución, cuyo desarrollo
nadie podía prever, y la cual necesitaba más de calma y raciocinio
que de arranques fogosos. El tutor y el pupilo estaban juntos. Sanz
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