Page 13 - El primer tutor de Bolívar
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[Arístides Rojas] EL PRIMER TUTOR DE BOLÍVAR
le juzgó lleno de talento, de imaginación, pero sin juicio sólido. Poseía
la locomotividad del cuerpo y del pensamiento, pero careciendo del
aplomo que dan los años y la experiencia. Sanz le creyó incapaz de
grandes ideas.
Los sucesos de 1810, 1811 y 1812, confirman respecto de Bolívar,
la opinión de Sanz. Uno de los espíritus pensadores de aquella época,
Pedro Gual, amigo de Bolívar, opinó porque éste no había revelado
hasta entonces, las grandes manifestaciones con que apareció más
tarde .
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En las campañas de 1813, Sanz no surge en los campos de la
revolución, sino como un espíritu secundario, obrero de poca valía.
Con las altas virtudes de un patricio y los talentos de un hombre
de Estado, pensador, ilustrado, recto, inflexible en el camino del
deber, Sanz no apareció ante Bolívar, en aquellos días azarosos, de
triste recordación, sino como el venerable abuelo ante sus nietos
belicosos: el hombre de consulta en casos insignificantes; y esto
como homenaje debido, más a los años que a la inteligencia del
espíritu eminentemente práctico. Es un hecho en la historia que
los hombres preclaros, al encontrarse como jefes de situaciones
anormales, tienen más confianza en su propio criterio que en
el ajeno. Rodéanse más del elemento joven, inquieto y aun
turbulento, si se quiere, que de los espíritus ya coronados por
los años y las conquistas de una vida laboriosa y fecunda, y sobre
todo, poseedores del don de gentes concedido por la providencia a
determinados caracteres.
2- Pedro Gual, Testimonios del ciudadano don Pedro Gual, sobre los verdaderos motivos de la capitu-
lación de Miranda en 1812, Bogotá, 1843, cuaderno I.
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