Page 14 - El primer tutor de Bolívar
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Colección
Herederos de Bolívar
Sólo en dos ocasiones consulta Bolívar a Sanz: primero, respecto
del proyecto de Constitución que deseaba dar a Venezuela en 1813;
y segundo, respecto de la pacificación en 1814, de los valles de
Barlovento, que Sanz conocía, como el primero. Conciso y terminante
se presenta el tutor, en sus opiniones: “En medio de la anarquía no
puede reinar ninguna Constitución: la anarquía exige la dictadura
y en ésta deben resumirse todos los poderes”. Y respecto de la paz,
alterada en los valles de Barlovento por los agricultores españoles
y los esclavos sublevados, Sanz dice: “No es posible la autoridad
civil, cuando el desorden impera, sino la militar, el campo volante, la
ciudadanía armada en defensa de los intereses generales”. Con tales
respuestas manifestó el tutor la virilidad de sus ideas y la rectitud de
sus propósitos.
Contestaciones como éstas acompañadas de disputas acaloradas,
en las variadas conferencias que tuvieron sobre temas políticos
Bolívar y Sanz, fueron causa de que estos dos hombres no se acercaran
y se unieran íntimamente, como era natural. La diferencia de edad, de
educación, de principios, y cierto antagonismo en el modo de juzgar
los sucesos, concluyeron por separar estos dos hombres que nunca
llegaron a amarse. Víctima de los sucesos de 1814, acosado por la
anarquía patriota más que por las huestes españolas, Sanz abandona
en buena hora la tierra caraqueña y sigue a la isla de Margarita. Uno de
sus contemporáneos, el general José Félix Blanco, nos dice, respecto
del ilustre patricio, lo siguiente:
Allí, (Urica) con el último ejército de la República, pereció uno
de sus más virtuosos e ilustrados hijos, aquel Licenciado José.
Miguel Sanz, que en una época anterior hemos visto tan con-
sagrado al servicio de su patria. Perseguido por Monteverde,
había gemido muchos meses en las mazmorras de La Guaira y
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