Page 91 - El cantar del Catatumbo
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LA CANCIÓN DE CARORA
Entre un humo helicoidal de zamuros descendemos
de Trujillo y su anillo de niebla en el páramo rumbo
a Carora.
En el camino se vende pescado seco y piñas que
en esta zona son prenda de fama. La carretera que fue
construida por los presos durante la dictadura de Juan
Vicente Gómez nos lleva hacia el estado de Lara, entre
cañaverales e ingenios azucareros, hasta esta bellísima
ciudad colonial que se alza junto al río Morere, suave
y silencioso.
Vamos a asistir a la famosa Serenata de Carora de la
mano de esa exquisita anfitriona que es Laura Herrera,
quien dirige la Casa de la Diversidad Cultural. Esa cos-
tumbre casi desaparecida fue recuperada aquí. La llevan
de calle en calle, de casa en casa, los cantores, mientras
los vecinos agradecen con brindis y convites. Y con unos
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