Page 289 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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Agroecologías en el siglo XXI: síntesis de un esfuerzo colectivo | 289
Por otra parte, a lo largo del segundo lustro de esa década, los precios
de muchos commodities, entre ellos los hidrocarburos, experimentaron
un alza muy marcada. En el caso de Venezuela, este fenómeno ha
implicado, históricamente, un aumento en la cantidad de recursos que
se administran desde el Estado y, a partir de allí, son distribuidos a los
sectores públicos y privados. De manera concomitante, esta primera
década estuvo, en el plano político, caracterizada por diversas estrategias
para promover de manera violenta un cambio de gobierno; así tenemos
registros de un paro patronal (2001), un golpe de Estado orquestado
desde los EE. UU. (2002), un sabotaje a la industria petrolera (2002-2003),
protestas callejeras violentas de los estratos medios —conocidas como
guarimbas— (2004, 2007), acaparamiento de alimentos y bienes esenciales
(2010-2011), entre los eventos más conspicuos. Estas tensiones —que,
en el modelo agroalimentario, pueden simplificarse como tensiones entre
el poder agroindustrial establecido históricamente por las corporaciones
trasnacionales, de carácter fuertemente burgués y liberal, por una parte, y
por la otra, las políticas de gobierno, el movimiento campesino y la creciente
masa enfocada en la agroecología— se manejaban de dos modos distintos:
en ocasiones, y fundamentalmente en el campo, a través de conflictos
por la tierra y el acceso a recursos como agua, semillas, maquinaria; y, de
manera conciliatoria, con la adjudicación de ingentes sumas de divisas para
el sector agroindustrial (Lavelle, 2016; Felicien et al., 2018).
La siguiente década (2010-2020) se caracterizó por un recrudecimiento
de estas tensiones, no solo al interior de la disputa agroalimentaria, sino
en todas las esferas sociales y políticas del país. Estas tensiones, con más
formas de chantaje y violencia en este período, han suscitado un claro viraje
de las políticas públicas en agricultura a favor del modelo agroindustrial,
tanto de los sectores público como privado. Ciertamente, el fenómeno que
más ha impactado a la economía del país ha sido la persecución financiera
global, el bloqueo económico y el saqueo de bienes internacionales de
la nación, como herramienta de asfixia político-social por parte de los
Estados Unidos y sus aliados del hemisferio occidental. Igualmente, cabe
subrayar que, en esta etapa, la baja en los precios de los hidrocarburos
implicó una menor capacidad del Gobierno para contrarrestar las ofensivas
del sector privado y una menor fortaleza para propiciar y fomentar las
alternativas agroecológicas dirigidas a la producción de alimentos, tanto
en el ámbito rural como en el urbano. Si bien estas tensiones suelen ser