Page 253 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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Agroecologia y el nuevo Estado ecosocialista | 253
culturalmente diversa y socialmente justa—, corresponde plenamente
con el criterio de sustentabilidad.
Por lo tanto, en la actualidad, la agricultura ecológica, como premisa
fundamental de una economía campesina estructurada e insertada en el
Motor Agroalimentario (planteado como política de Estado), debe dejar
de ser un tema marginal y se debe convertir en el eje de los programas
de un modelo agrario integral para la transformación estructural, en
función de la construcción del nuevo Estado con carácter ecosocialista y
autogestionario, en Venezuela. En este contexto, la agricultura ecológica
posibilitará superar la situación marginal del campo y se convertiría en
fundamento de una concepción de desarrollo distinta, específicamente
en lo que se refiere al enfoque económico con carácter socialista y
autogestionario. Por ello, se toma como objetivo central a la agroecología
para el estudio de caso, ya que se plantea como una estrategia de naturaleza
sistémica, al considerar la unidad de producción (finca, patio productivo,
organopónico, huerto intensivo, fundo), la organización popular (integrada
en el comité, consejo comunal, comuna, ciudad comunal) y el resto de
los marcos de relación de la población rural articulada en torno a la
dimensión local, donde se encuentran los sistemas de conocimiento (local,
campesino y/o indígena), portadores del potencial endógeno que permite
potenciar la biodiversidad ecológica y sociocultural. Tal diversidad es el
punto de partida de la agricultura alternativa, desde la cual se pretende el
diseño participativo de métodos endógenos de mejora socioeconómica,
para el establecimiento de dinámicas de transformación hacia sociedades
sostenibles, con carácter ecosocialista y autogestionario (Sevilla, 1998).
Actualmente, son muchas las familias campesinas, indígenas,
afrodescendientes y pequeños agricultores o pequeñas agricultoras y su
integración en sus propias organizaciones, que han planteado, en sus
planes de desarrollo comunitarios o comunales, una mayor dedicación e
interés significativos por la agroecología. Sin embargo, los procesos de
educación, formación, comunicación y acompañamiento técnico integral
formales o diseñados por el Estado constituido, en la actualidad, no
responden, hasta ahora, a las condiciones locales y muestran importantes
limitaciones para afrontar los problemas y presentar alternativas viables
a ellas. Son muchos los equipos de promoción e iniciativas individuales
involucrados e interesados en la agricultura ecológica, con diferentes
conocimientos y avances en ella. A pesar de este interés manifiesto,