Page 27 - Marx Populi
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Miguel Mazzeo - Marx populi
homogéneos y constantes def nidos según posiciones estructurales, que ruedan
y chocan sin modif carse, como si fueran bolas de billar; son por el contrario
relacionales, se def nen y redef nen constantemente en el curso de las luchas de
clases en todas sus dimensiones, y son también en gran medida autoconstruc-
ciones. Hemos aprendido de pasadas revoluciones que lo espontáneo, hetero-
géneo y plebeyo suele ser lo más radicalmente contrahegemónico: los soviets
de obreros soldados y campesinos en la atrasada Rusia, las guerras revoluciona-
rias del campesinado en China y Vietnam, el ejército guerrillero de los guajiros
cubanos con el respaldo de la resistencia urbana, la lucha revolucionaria por la
tierra de los sindicatos campesinos que Hugo Blanco liderara en el Perú, etc. Y
más cerca nuestro: la huelga revolucionaria de los peones patagónicos en 1921,
la resistencia peronista entre 1955 y 1959, la seguidilla de puebladas y movi-
lizaciones obrero-estudiantiles iniciada en 1969 (Correntinazo-Cordobazo-
Rosariazo-Tucumanazo) e incluso la conf uencia breve pero intensa de movi-
mientos piqueteros y asambleas populares en 2001-2002.
En conclusión: necesitamos del marxismo, por ser crítica inmanente del
sistema que produce plusvalía y crítica de la totalidad totalizadora que se apodera
tendencialmente de toda la praxis social de los seres humanos. Esta crítica despia-
dada de todo lo existente, con el objetivo expreso de contribuir a la emancipa-
ción humana, tiene valor estratégico. Pero debemos repensarlo en relación con
las realidades periféricas, atrasadas, deformadas, dependientes en las que vive,
sufre y lucha una abrumadora mayoría de la población mundial. Las asimetrías
y desigualdades que la plena conformación del mercado mundial y la globaliza-
ción del capital refuerzan, comienzan incluso a introducirse e interiorizarse en lo
que alguna vez se llamara “Primer Mundo”. En las últimas décadas, el marxismo
comenzó a asumir y a desarrollar activamente la crítica al eurocentrismo y a
la colonialidad del poder y del saber, la crítica ecológica y ambiental, la crítica
contra el patriarcalismo, la crítica al consumismo/productivismo, la crítica a las
ilusiones en la modernidad y el progreso. Ha comenzado más recientemente
una rica discusión/redef nición del combate por el socialismo (o comunismo) y
del sujeto (o sujetos) capaz de asumirlo, un debate en términos político-organi-
zativos, pero también estratégico-civilizatorios. Creo que Marx Populi aporta a
estos debates y cobra en ellos su sentido más profundo, jerarquizando el sentido
ético-político del marxismo y nuestro compromiso con el mismo.
Un libro para militar
Dado que tuve el atrevimiento de presentar este libro con un prólogo que
incluye ejercicios interpretativos que son de mi exclusiva responsabilidad,
conviene insistir en que los mismos ni comprometen, ni pretenden establecer
un modelo de inteligibilidad que otros deban seguir. Por el contrario, lo que
pretendo es animar a que cada uno acompañe y confronte lo escrito con sus
propias experiencias, convicciones e incertidumbres.
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