Page 156 - Marx Populi
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¿Sueñan los proletarios con revoluciones eléctricas?
plebeyos, masivos y alternativos de producir decisiones. Y, si por un tiempo
resultan inevitables las mediaciones, las burocracias y toda esa índole, que sean
controladas por el pueblo y sus organizaciones.
De nuevo: la clave está en la autodeterminación y en el poder popular.
Como también cobran una importancia crucial todos los espacios pref gura-
tivos: unidades de base para la reproducción del trabajo y la vida no mercan-
tiles, unidades de base de autogestión; en f n, todos los espacios más o menos
espontáneos de proyección socialista desarrollados por la clase trabajadora y el
pueblo en el marco de la sociedad capitalista. El grado de desarrollo de esos
espacios simplif cará el proceso de transición. Como excesos ya consumados,
constituyen un tiempo valioso ganado para el socialismo.
Mientras avanzaron en lo primero, la electricidad, los socialismos reales
fueron dejando de lado lo segundo, los soviets. Olvidaron que el recurso de
las “armas melladas” debía ser transitorio y que era una condición necesaria
del socialismo “intervenirlas” y someterlas a procesos de adecuación para
reemplazarlas cuanto antes. Finalmente, las “armas melladas” impusieron sus
mediaciones alienadas. Así, los socialismos reales subordinaron la libertad a la
necesidad y el Estado-partido se apropió de la capacidad cooperativa de la clase
trabajadora.
Los socialismos reales establecieron una relación ingenua entre el avance de
la revolución científ ca y tecnológica y la homogeneización de la clase traba-
jadora y el perfeccionamiento del socialismo. Cayeron en el fetichismo de la
ciencia y la tecnología y en el reformismo tecnocrático.
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