Page 137 - Marx Populi
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Miguel Mazzeo - Marx populi
                                 Mi guel M azzeo -  M ar x po puli

           para optar por un “posible” estratégico y para producir hechos extraordi-
           narios que las saquen de la soledad y la paranoia y las asocien a través de
           vínculos humanos signif cativos. Pensamos en hechos que transformen los
           objetos, los fenómenos y los procesos de la realidad (en f n: las condiciones
           sociales del trabajo dominantes), que generen nuevas cadenas causales, que
           creen nuevas relaciones sociales y nuevas condiciones sociales del trabajo,
           (condiciones de no dominación, es decir: condiciones de emancipación del
           trabajo). Y que expongan las contradicciones sociales en su grado de antago-
           nismo más auténtico.
              En términos de Marx, la autodeterminación remite a la posibilidad de
           que  las  clases  subalternas  y  oprimidas  “recuperen”  el  dominio  sobre  unas
           condiciones impuestas por el sistema capitalista y la sociedad burguesa, que
           las habían tornado esclavas. Esta recuperación permite precisar un interés de
           clase que of cia como requisito indispensable para la elección: de un hori-
           zonte y de un itinerario, de un modelo de sociedad y de una estrategia de
           lucha. Va de suyo que la autodeterminación es contingente desde el punto
           de vista ontológico y cosmológico. Por un lado, se sustrae a la necesidad, y
           por el otro a la ley y a sus eslabones de fenómenos. Se realiza en cada caso,
           en cada situación.
              En un artículo publicado en la revista Carré rouge, en 2006, Alain Birth
           sostenía que la autoactividad era una “conquista” de los y las de abajo. Decía
           Birth que “no se trata de considerar la autoactividad del proletariado como
           un  principio  o  un  dato  inmutable,  como  una  facultad  que  el  proletariado
           demostraría poseer en todo momento y lugar, y menos aún como un deux ex
           machina capaz de resolver todos los problemas históricos. Siendo un momento
           de la lucha de clases, la auto-actividad del proletariado es un primer lugar un
           producto, que depende pues de cada instante y tanto en sus formas como en
           su contenido, de las relaciones de fuerza entre la clases […] Esto signif ca, en
           consecuencia, que la auto-actividad no existe en sí misma, que siempre está
           en relación a los obstáculos que debe superar y a las contradicciones que debe
           resolver, y que por tanto la auto-actividad nunca representa la totalidad de la
           praxis proletaria (de su vivencia inmediata, de su actividad, de sus luchas), que
           coexiste pues con momentos contradictorios de hetero-actividad con los que a
           veces se mezcla estrechamente…”.
              La  autodeterminación,  como  proceso  de  formación  humana  de  las
           circunstancias, no es objetivable. No es la consecuencia directa de las nece-
           sidades materiales. Hay otras cosas en juego: deseo, autoestima, identidad,
           conf anza, ética, sentido de pertenencia a un colectivo, a una construcción
           comunitaria,  desarrollo  de  un  pensamiento  utópico,  educación  revolucio-
           naria, historia; en f n: procesos de subjetivación, una dialéctica abierta donde
           la última palabra la tiene la lucha.


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