Page 133 - Marx Populi
P. 133

Miguel Mazzeo - Marx populi
                                 Mi guel M azzeo -  M ar x po puli

              Un  modo  de  lectura  de  El  Capital  puede  fortalecer  la  f gura  de  unos
           hombres y unas mujeres que hacen sin saber. La imagen de unos sujetos que
           se presentan como sujetos sujetados, como meros portadores de categorías,
           como creaciones y efectos de las estructuras. Esa lectura podrá demostrar
           con un racimo de citas que Marx se encarga de subrayar todo esto desde las
           primeras páginas y que, f nalmente, en Marx y en El Capital, la idea de nece-
           sidad histórica establece el predominio de las fuerzas objetivas e indepen-
           dientes de la voluntad de los hombres y las mujeres. Varios autores marxistas
           han señalado que esta lectura es incorrecta y que su punto de partida es la
           confusión de la separación meramente analítica entre fuerzas productivas y
           relaciones de producción propuesta por Marx con una separación conceptual
           entre ambas. Esta lectura, además, no tomaría en cuenta la dimensión dialéc-
           tica inherente al enfoque marxista.
              Claro está, no se trata de caer en el absurdo de negar la existencia de múlti-
           ples determinaciones (o determinaciones generales o determinaciones especí-
           f cas o “sobredeterminaciones”). Estas, además, comienzan a hacerse visibles
           y hasta obvias cuando nos adentramos en el marxismo. En El Capital, Marx
           las  descubrió,  las  analizó  e,  inspirándose  en  Prometeo,  las  hizo  inteligibles
           como nadie lo hizo jamás. Tal vez, el hacerlas inteligibles fue la mejor forma
           de mostrarlas en su dimensión histórica, modif cable y transitoria. Mostrarlas
           como lo que son en verdad: relaciones sociales. La categoría de determinación
           es una categoría del devenir abierta a la praxis.
              Como ejemplos de los “descubrimientos” de Marx se pueden destacar:
           su distinción entre trabajo y fuerza de trabajo (entre el valor del trabajo y
           precio de la fuerza de trabajo); su identificación de la contradicción entre
           el trabajo concreto y el trabajo abstracto y entre la riqueza y la mercancía;
           su teoría del fetichismo, de la plusvalía, del salario; su visión del proceso
           de acumulación de capital; sus explicaciones sobre las crisis, etc. A estos
           descubrimientos, podemos agregar algunas “intuiciones”, por ejemplo: el
           general intellect.
              Lo concreto es que Marx revela las lógicas sistémicas inmanentes del capi-
           talismo, muestra las causas estructurales del desempleo, de la especulación, del
           despilfarro, de la destrucción de fuerzas productivas. A partir de él sabemos
           que  de  ningún  modo  pueden  considerarse  como  el  corolario  de  políticas
           equivocadas o decisiones infortunadas. Algo que los propios defensores del
           capitalismo reconocieron, por lo menos los más lúcidos, como en el caso de
           Schumpeter que destacamos al comienzo.
              Marx también se encargó de dejar en claro la historicidad de las determi-
           naciones y su carácter no exclusivamente material o estructural, sino también
           simbólico y súperestructural. Para él, las determinaciones que instituyen espa-
           cios que presionan, tensionan y condicionan a la praxis humana nunca son


                                          132
                                          132
   128   129   130   131   132   133   134   135   136   137   138