Page 396 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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             esta institución fue, al igual que la tentativa de Senado hereditario ,
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             objeto de debate entre los diputados. En el caso del Poder Moral, sus
             detractores lo consideraron una auténtica inquisición, irrealizable para
             el momento; mientras que sus adeptos entendían ver en él la idea más
             acertada para el progreso ciudadano. Años después, cuando Bolívar era
             la máxima referencia de la libertad en el Nuevo Mundo, un cuerpo
             semejante al Poder Moral, denominado Cámara de Censores, quedaría
             ratificado en la Constitución de Bolivia.

               Una vez leído el discurso, el Libertador solicitó la elección de un
             presidente interino para entregar el mando. El neogranadino Francisco
             Antonio Zea, diputado por la provincia de Caracas, quedó nombrado
             como nuevo ocupante del Ejecutivo por algunas horas, pues al día si-

             guiente el Congreso decidió conferir otra vez a Bolívar el poder, que
             solo aceptó tras mucha insistencia. Un célebre historiador afirmó con
             análisis crítico que sus reiteradas dimisiones fueron: “Pura fraseología,
             porque en aquella ocasión —y en las sucesivas— (…) el Libertador

             el 26 de mayo de 1820: “Tenga V. la bondad de leer con atención mi discurso, sin
             atender a sus partes, sino al todo de él. Su conjunto prueba que yo tengo muy poca
             confianza en la moral de nuestros ciudadanos, y que sin moral republicana no puede
             haber gobierno libre. Para afirmar esta moral, he inventado un cuarto poder, que críe
             los hombres en la virtud y los mantenga en ella. También este poder le parecerá a V.
             defectuoso. Mas, amigo, si V. quiere República en Colombia, es preciso que quiera
             también que haya virtud política”. Al igual que en la Carta de Jamaica, no creía ver
             en el pueblo un comportamiento idóneo para vivir en República. Una cosa era luchar
             por la independencia pero otra muy distinta era el digerir esa nueva condición. Esta
             creencia lo llevó a escribir: “Yo temo más la paz que la guerra” (Carta a Gual, 24 de
             mayo de 1821). Cómo construir la República después de terminada la guerra dio
             mucho que pensar a Bolívar. La propuesta del Poder Moral procuraba dar al Estado
             dirección y vigilancia sobre la educación y los hábitos, pilares fundamentales para el
             Libertador la formación de ciudadanos virtuosos: “Moral y luces son nuestras prime-
             ras necesidades”, diría en el Congreso de Angostura.
             [19]_ Véase las opiniones de Fernando Peñalver y Ramón Ignacio Méndez en Correo
             del Orinoco, números 34, 36, 37 y 38.
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